Esperanza para los niños de Ucrania
16:37Ucrania es un país del antiguo bloque soviético, afectado por graves problemas sociales. Desempleo, alcoholismo, sida y drogadicción destruyen a la sociedad. Pero los cristianos ucranianos están tratando de reintroducir los principios bíblicos y un proyecto especial les está ayudando a cumplir la misión.
En una clínica se encuentra el futuro de Ucrania. Niños pequeños, muchos sufriendo de tuberculosis y huérfanos.
La mayoría viene de hogares devastados por el alcohol y la drogadicción.
“Estos niños son huérfanos, no tienen zapatos ni tienen vestidos, nosotros mismos debemos ser misericordiosos y proveer para ellos”, explica el Dr.Michael quien es médico interno.
El equipo médico es antiguo. Sólo hay tres doctores a tiempo completo y un puñado de enfermeras que cuidan hasta 140 niños.
Pero tienen a Oksana, una voluntaria que habla a los niños sobre Jesús. Cada semana ella viene a la clínica y canta con ellos, juega con ellos y les enseña la Biblia.
“Mi corazón es para ellos, para enseñarles la Biblia porque esa es su única esperanza. No hay más esperanza que Dios”, explica Oksana Chernoka voluntaria cristiana.
Durante tres años ella ha trabajado con huérfanos, invirtiendo tiempo, dinero y su vida.Ella dice que es la única forma de ayudarles.
“Los niños abren su corazón solo si estás con ellos. Si inviertes tiempo, no sólo académicamente porque sino nunca te escucharán. Tienes que jugar, tienes que hablar con ellos, tienes que conocer sus necesidades. Cuáles son sus dolores, cuáles son sus sufrimientos, qué les gusta hacer. Luego ellos abren su corazón, luego se adhieren a ti, y luego puedes mostrarles lo que Jesús puede hacer por ellos”.
Oksana es parte de un nuevo movimiento que está luchando por el futuro de Ucrania. Es un movimiento de jóvenes cristianos que traen valores bíblicos a una sociedad quebrantada.
En Ucrania el alcoholismo y la drogadicción son epidémicos. Tiene una de las tasas de infección de VIH-sida más altas de Europa Oriental. Y con más de 200 mil huérfanos en instituciones estatales.
Para Oksana pararse contra los gigantes que destruyen su país requiere no sólo fe, sino entrenamiento.
Para eso está la “Escuela sin muros”, un programa de entrenamiento que está convirtiendo a apasionados jóvenes cristianos en agentes de cambio.
“Los primeros seguidores de Jesús eran pescadores que se hicieron discípulos. Nuestra meta es llevar a estos jóvenes de pescadores a discípulos. Tomar cristianos ordinarios y hacerlos ministros”, explica Mikhail Cherenkov de la “Escuela sin muros”.
Los candidatos son traídos de congregaciones locales. Pastores y líderes les dan los cursos. Los estudiantes aprenden temas como teología y estudios bíblicos dentro de las iglesias y realizan práctica bajo la guianza de ministros experimentados.
“Hay un ministerio para jóvenes, para alcohólicos, drogadictos. Por la motivación que reciben nuestros estudiantes pueden alcanzar a estos grupos en nuestra comunidad”, expresa el pastor Victor Zaychuk.
En cuanto a estos huérfanos, el doctor dice que el trabajo de Oksana está cambiando sus vidas. Muchos han dejado de fumar y tomar, y están aprendiendo a perdonar a sus familiares que los han abusado y abandonado.
Una niña hizo una petición especial: tener una Biblia. “Este es el libro que responde todas nuestras preguntas y nos da la dirección de cómo vivir”, comenta Oksana.
Direcciones que pueden llevar a Ucrania y toda la ex Unión Soviética a un destino más brillante.
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