Mientras el presidente Bakiyev de Kirguistán se rehusó a renunciar, un gobierno interino se ha establecido, encabezado por el antiguo ministro del exterior, Roza Otunbayeva.

El golpe de estado del miércoles dejó mucho temor en el país, según el vicepresidente de Russian Ministries, Sergey Rakhuba: "Las familias se están quedando en casa. No permiten que sus hijos salgan porque simplemente podrían morir. Existen muchos saqueos en la ciudad".

Rakhuba señala que la situación está paralizando a toda la nación, incluyendo la Escuela Sin Muros de Russian Ministries y otros programas. Rakhuba espera que el golpe de estado también implique que se anulará las leyes de restricción religiosa: "Realmente esperamos que este levantamiento lleve a más libertad para la gente allá, más libertad para el ministerio de la iglesia evangélica y para el cristianismo en general".

Rakhuba pide a los cristianos que oren por sabiduría y valentía para los creyentes en Kirguistán, demodo que puedan compartir su fe, y para que el Señor provea el financiamiento para los recursos que ayudarán a que la joven iglesia crezca. Si desea apoyar esta obra, visite el sitio Web de este ministerio.