Costa Rica: misioneros llevan esperanza a zonas indígenas
8:47El país centroamericano de Costa Rica tiene fama por su café, sus playas y sus bosques lluviosos. Pero pocos visitantes ven otro lado del país: las selvas remotas donde viven tribus indígenas en pobreza. Muchos costarricenses también desconocen estos pueblos nativos.
Talamanca, hogar selvático de los bribri, cabecar y otros pueblos costarricences. Gran parte de la región está tan aislada que las emergencias médicas requieren de un helicoptero. Un niño gravemente enfermo, afortunadamente será atendido en un hospital urbano.
Pero el aislamiento de los indígenas de Talamanca está terminando. Puentes peligrosos son reemplazados. Sendas angostas se convierten en caminos y los niños tienen mas acceso a educación y atención médica.
La selva es un mundo muy distante para los alumnos de Jessica Ugalde, pero ella quiere que conozcan las necesidades de los indígenas costarricenses. Ella misma fue impactada la primera vez que visitó Talamanca con su iglesia. Ahora viaja cada mes. Hoy descubre que otra iglesia esta distribuyendo regalos. Cuando encuentra al pastor, empieza a vincularlo con otros proyectos en la región.
Pero Jessica quiere hacer mucho más que entregar regalos. Quiere eliminar los peores problemas sociales de Talamanca.
El doctor Efraín Retana se encuentra con estas situaciones a diario. Lleva cuatro años de ofrecer atención médica en las comunidades de Talamanca.
Jessica quiere ayudar a fundar un centro de restauración para adictos. Para ello ha formado una fundación sin fines de lucro. Su ayuda ya ha marcado diferencia. Antes de regresar a San José, ella y sus acompañantes llegan a una iglesia remota, donde entregan ropa usada para distribuir a familias necesitadas.
Ahí el pastor Gerardo Garro construye un comedor para ayudar a niños desnutridos. Hay que terminar el edificio, y Jessica buscará donantes que regalen materiales de construcción. El pastor Garro también sueña con un centro de restauración para jóvenes y adultos adictos.
Aunque el pastor Garro da mucha ayuda a la comunidad, él y su familia han sufrido mucha oposición a causa de su fe, y también por el simple hecho de ser de afuera.
Hace año y medio que los Garro abandonaron su hogar en la capital para ser misioneros en ese primitivo lugar. Aunque las visitas de Jessica son breves, ellos saben que pueden contar con su apoyo mientras trabajan para el bienestar del pueblo indígena.
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