Cuando uno escucha la palabra "misionero", se imagina a un estadounidense que vive en Paraguay, o probablemente a un paraguayo que alcanza a los musulmanes en Irán.

Ben Reyes de The Mission Society (La Sociedad Misionera) señala que la segunda opción se está volviendo cada vez más común: "La iglesia latinoamericana como un todo se ha estado despertando durante los últimos cuatro a seis años a su responsabilidad para recoger la cosecha".

A muchos de estos misioneros que se levantan les gustaría servir eventualmente en la ventana 10/40, que incluye la mayoría de regiones musulmanas del norte de África y el Medio Oriente.

Reyes comenta: "Debido a la similaridad de la cultura, el tono de la piel (que es algo muy importante), y la historia de no violencia con los otros países, los latinoamericanos son más aceptables en estos países".

The Mission Society tiene una alianza para ayudar a capacitar a estos nuevos misioneros durante los últimos tres años, con la misma capacitación que proveen para su propio personal misionero.