El género musical del bolero, de alto contenido romántico, logró en sus tiempos arraigo popular en los países latinoamericanos, dándose a conocer a través de sus máximos exponentes … entre ellos el famoso cantante peruano Iván Cruz.

Acompañaba a sus triunfos musicales un agitado estilo de vida, el cual era pregonado en sus canciones.

Pero llegó un momento en que Iván sumido en el alcoholismo y las drogas, llegó a perder no sólo bienes materiales, sino lo que más estimaba.

“Lo que más me dolia fue haber perdido mi hogar, mis hijos, y eso me entregaba mas al licor”, agrega Cruz.

Hasta que entregando su vida a Cristo, fue librado de sus adicciones y cambió por completo su estilo de vida, constituyéndose ahora en ejemplo para todos sus seguidores.

El licor, una debilildad dejada en la cruz.

“En el escenario yo ingresaba mareado, la gente ve en mi una nueva criatura. Aquel perdido, mujeriego y borracho, ya murió. De modo q si alguno esta en Cristo es nueva criatura”, añade Cruz.

Este famoso bolerista comenta que antes no tenía al Señor y se refugiaba en el alcohol para su perdición. Pero ahora su refugio es completamente en el Señor.

“Ya no estamos solos, estamos con el Señor y Él nos da la paz y la solucion como me sucedió a mi. No me sanó el psiquiatra, ni el psicólogo, el chamán, las imágenes, el centro de readaptacion, la clinica, los sedantes, eso no es la solución” dice Iván.

Iván le sigue cantando al amor y a través de sus presentaciones musicales y las ondas radiales comunica a sus oyentes un mensaje de esperanza y reconciliación con Dios.