Los cristianos en una pequeña aldea 250 kilómetros al noreste de Kuala Lumpur, Malasia, recibieron una notificación de oficiales del gobierno indicándoles que no pueden construir una iglesia en su tierra. Esto ocurrió inmediatamente después que el Primer Ministro haya halagado y celebrado la diversidad religiosa.

Todd Nettleton de La Voz de los Mártires informa que parece ser que la tolerancia religiosa depende de la etnicidad: "No es raro que un chino sea cristiano. Así que se cree que eso es aceptable. Es mucho menos común que un malayo sea cristiano. Se piensa que culturalmente deben ser musulmanes. Generalmente uno ve reacciones violentas en contra de esto".

Nettleton agrega: "Existe una especie de avivamiento que está surgiendo allá. Los aldeanos nativos se están convirtiendo a Cristo. Desean tener un edificio para su iglesia. Lo que no tengo en claro, y creo que esto merece un poco más de investigación, es por qué esta agencia del gobierno dijo que no pueden construir el edificio para su iglesia".

El Islam es la religión oficial de Malasia, donde más del 60% de la población, de unos 28 millones de personas, es musulmana, y convive con otras dos comunidades étnicas importantes, chinos e indios.