Las autoridades de Nueva Orleans pusieron en marcha una nueva iniciativa de lucha contra la delincuencia, junto con más de 100 líderes de fe y vecinales de la ciudad.

Policías, clero y Coalición Comunitaria (CCCC por sus siglas en ingles), dada a conocer en una conferencia de prensa el martes por la tarde, tiene la intención de servir como una fuerza unificadora y catalizador para reconstruir la fe, recuperar la confianza ciudadana y mejorar la calidad de los servicios de vida en el Departamento de Policía de Nueva Orleans, que ha estado luchando para hacer frente al problema dominante de crimen en la ciudad.

De este modo, los funcionarios municipales creen que la coalición desempeñará un papel clave en los barrios plagados de crimen donde las personas se muestran renuentes a cooperar con la policía o reacios a proveer información que pueda conducir a un arresto o impedir que un delito tenga lugar.

"Ellos (los miembros de la coalición) puede ser capaz de decir:" Hemos trabajado muy estrechamente con esto y creo que debe tener fe en el gobierno y debe tener fe en el departamento de policía", explicó el Superintendente de NOPD, Ronal Serpas, durante la conferencia de prensa del martes.

"Esa es una parte crítica, crítica", añadió.

El reverendo Antoine M. Barriere, miembro de la coalición y pastor principal de la Casa de la familia de la Iglesia Internacional Faith Family Worship, ilustro la idea de Serpas de alentar a la comunidad de Nueva Orleáns para que tome una posición contra la delincuencia en sus barrios hablando cuando sepan algo.

"Tenemos que levantarnos y decir, 'Conocemos a las personas que perpetraron los crímenes." Y pueden ser familiares de algunos en nuestra congregación", dijo.

Aunque la inauguración de la nueva coalición no se esperaba hasta más tarde, la reciente muerte de un niño de dos años de edad asesinado por una bala perdida provoco que las autoridades anticiparan el lanzamiento.

Jeremy Galmon fue atrapado por el fuego cruzado de un tiroteo, el pasado domingo, mientras estaba sentado en un automóvil con su hermana pequeña. Tras el tiroteo, los miembros de la comunidad decidieron ayudar a encontrar a los tiradores y preguntaron al resto del público para obtener información que conduzca a un arresto.

"Esto no va a cambiar si no hacemos una política activa, una decisión intencional [a] no aceptar más este tipo de comportamiento", comentó Patricia Jones, cuyo difunto hermano también fue asesinado en la calle.

Añadido a esto, el alcalde Mitch Landrieu dijo que la comunidad en conjunto da un paso pequeño, "que es un gran paso al frente."

"Esta es una batalla en la que todos estamos involucrados y que tenemos que ganar", añadió.

Aunque Nueva Orleans informó de una reducción del 17 por ciento en el número de crímenes violentos el año pasado, en comparación con (179 asesinatos y 173 homicidios) del año anterior, la ciudad todavía tiene el mayor índice de asesinatos per cápita en el país.

Por otra parte, en los primeros cinco meses de 2010, 80 asesinatos fueron reportados en la ciudad, poniéndola en camino de superar los 190 a finales de año. En 2004, el año anterior al huracán Katrina que devastó la ciudad, Nueva Orleans reportó 265 homicidios.