Glen y Teresa Lathan tienen un hogar pequeño, pero un gran corazón. Ellos tienen 10 hijos, y todos son adoptados. Los Lathan dicen que su fe los llevó a acoger a tantos niños.

“Dios estaba obrando en mi corazón, porque los niños siempre han sido mi pasión – amo a los niños”, comenta Teresa Lathan, Madre adoptiva.

Glen Lathan, Padre Adoptivo comenta: “Estoy orgulloso de que Dios nos diera la visión de adoptar. Hay tantos niños hoy día que no tienen buenos hogares y necesitan un hogar pero nadie les quiere adoptar y por eso estoy contento que Dios nos puso eso en el corazón”.

Shenequa, de 16 años, dice que su mamá y papá son los padres adoptivos perfectos: “Veo que aman a todos y tienen un gran corazón uno para el otro”.

Un corazón quebrantado

Los Lathan asisten a una pequeña iglesia bautista misionera a las afueras de Shelbyville, Texas. Hace doce años, los miembros de esta congregación se motivaron a adoptar a 70 niños del Sistema de Albergues para niños. Todo empezó con un corazón quebrantado...

En 1996, la esposa del pastor, Donna Martin quien también es madre adoptiva, sufrió la muerte de su madre y ella pidió a Dios que le ayudara a manejar su duelo: “Un día el Señor me habló para que le entregara mi dolor. El dijo: ‘Quiero que adopten’”.

Donna se matriculó en unas clases sobre niños en albergues y lo que descubrió, quebrantó su corazón de nuevo.

“Estaban totalmente descuidados... Eran llevados de un lugar a otro... No valían nada... Eran víctimas del sistema... De una u otra forma el sistema no educa al niño en el camino que debe seguir, pero Jesús si lo hace... a través de nosotros”, añade Donna Martin.

La situación motivó a Donna y su esposo a adoptar cuatro niños. Uno de ellos es Terri O'Toole: “Antes de llegar donde los Martin, antes de ser adoptada, fui maltratada, abusada y no fui amada”.

El obispo Martin es el esposo de Donna y pastor de la Iglesia Bennett.

“Lo que empezamos aquí Dios quiere que siga hasta que todo niño pueda decir que tiene una madre y un padre”, dice Martin.

Pasión por adoptar

Esa pasión corrió por toda la congregación, hasta que más de la mitad de los miembros habían adoptado niños.

Diane Sparks, otra madre adoptiva comenta: “Yo no sabia que había tantos niños sin familias, porque yo siempre he estado con mi familia y yo simplemente no sabia... y es lo que me motivó a adoptar, a tratar de ayudar a alguien que no tiene el amor de sus padres como yo he tenido”.

Ginny Judson del Servicio de Protección al Niño, ayudó a la iglesia con las adopciones: “Es muy importante para niños afro-americanos. Como saben, tenemos una gran cantidad de ellos listos para ser adoptados, así que pudimos impactarlos de manera positiva y proveerle a muchos de ellos excelentes hogares y familias”.

“Para mi como afroamericana y habiendo crecido en el lugar donde crecí, lo único que sabíamos era cuidar a los nuestros y la adopción no era un asunto de negros. Era algo que sólo los blancos hacían” agrega Donna Martin.

Judson dice que es un impacto que ha cambiado la vida de los niños: “La esperanza es la sonrisa en los ojos de un niño. Cuando uno entra ahora en esa iglesia y ve a los niños durante la reunión danzando, aplaudiendo y levantando sus manos en alabanza a Dios, sonriendo y estando contentos… eso es esperanza, porque es algo que no tenían antes”.

Ahora el Obispo Martin y su iglesia están alcanzando aún más niños de la comunidad a través de este centro recreativo: “Sacamos a los niños de las calles y les damos la oportunidad y estructura para poder enfocarse en la vida y mejorar... Los niños vienen de toda la comunidad y de toda esta área y hasta el momento ha sido un milagro para esta ciudad”.

Un desafío que bendice

Mientras tanto los Lathan admiten que tener una familia tan grande puede ser desafiante.

“No ha sido fácil... pero es un trabajo que recompensa... y cuando hablo de recompensa me refiero a todo el amor que recibimos en el corazón. No solo les damos a ellos, ellos también nos dan mucho a nosotros”, dice Teresa.

...Razones por las cuales, según el Obispo Martin, la iglesia puede y debe hacer más: “La iglesia tiene la habilidad, el poder y la estructura... y si se puede hacer aquí en la Iglesia Bennett, se puede hacer en cualquier parte”.

Fuente: Mundo Cristiano