Las personas que ordenan con antelación sus asuntos, ante cualquier hecho próximo o lejano, hacen arreglos para que todo quede como ellos quieren en ese futuro que planean sin que estén o no, en el cumplimiento de las cosas a tratar. El vivo ejemplo de esto son las personas que hacen un testamento sobre sus bienes, para repartir sus posesiones materiales a los que le han de sobrevivir. Pero muchas veces estas dan en vida ese legado de sangre y sudor, para poder ver en los demás el disfrute pleno del amor, como un acto de desprendimiento. ¿Esto les recuerda a alguien? Ordenar la vida ante lo que eminentemente se plasmará en las próximas semanas, será para todos el participar de una herencia, trabajada, planificada y dirigida por nosotros mismos, y de la mano de Jesús el Cristo. Recalcar lo mismo es para muchos, más de lo mismo. Pero resulta que tanto de lo mismo, para muchos es nada ya que nunca han puesto esto en funcionamiento; o el trabajar para heredar el conocimiento que por miles y miles de años se ha venido forjando para que alcancemos el fruto de ello, en pleno uso del conocimiento humano divino.
Otros prefieren llevar o plasmar su herencia a otras tierras o planetas para disfrutar lo que por tanto tiempo nos ha costado tanta sangre, sudor y lágrimas.
Estamos por recibir lo que por derecho divino, o mejor dicho lo que por derecho divino de nacimiento nos toca; heredar la tierra que trabajamos muchos y otros trataron y están tratando de destruir. Pero como Padre sabio y dador el Creador dará a cada cual la porción de tierra o de cielo que por derecho propio le corresponda.
Hay que tener en cuenta que para recibir esta herencia divina, en este plano del ahora, lo que más debemos hacer es: ordenar y planificar, en nosotros y con nosotros. Porque lo que vamos a recibir es tan grande que nuestra mente y recuerdos no llegan a conformar en nuestros pensamientos tan grande fortuna. Así que sacar los trastos viejos de todas nuestras casas es imperativo y casi obligatorio. Ya que no podremos disfrutar de todo esto si nuestros espacios físicos, emocionales y espirituales están ocupados con cosas y energías innecesarias.
Julio les trajo las energías necesarias dándoles las herramientas y los códigos para llevar a cabo esto sin ningún tipo de trauma, culpa o resentimiento para desprenderse de todo lo que no necesitan. No es recomendable en ningún sentido que las energías de agosto los encuentren sin esta limpieza, o por lo menos haber empezado con ella.
Agosto también los impulsa a hacer de esto una tarea más fácil ya que trae las energías de la ordenanzas divinas. Ordenar es la energía que trae agosto y viene cargada de muchas sorpresas.
*La autora tendrá conversatorio sobre el tema el lunes 1.° de agosto, en Thesaurus, a las 6:30 p. m.
Thany Matos de Sucart