Palabras de Jesús sobre la Humildad
0:00Cuando seas invitado a una boda, no te sientes en el primer puesto, no sea que venga otro más distinguido que tú, invitado por el mismo, y llegando el que a uno y otro os invitó te diga: Cede a ése tu puesto, y entontes, con vergüenza, vayas a ocupar el último lugar. Cuando seas invitado, ve y siéntate en el último lugar para que, cuando venga el que te invitó, te diga: Amigo, sube más arriba. Entonces tendrás gran honor en presencia de todos (Lucas 14, 8-10).
Todo el que se ensalzare será humillado, y el que se humillare será ensalzado (Lucas 14, 11).
Sabéis que los príncipes de las naciones las tiranizan, y que los grandes las oprimen con su poderío. No será así entre vosotros, sino que el que entre vosotros quiera ser grande, sea vuestro servidor; y el que quiera entre vosotros ser el primero, sea vuestro siervo (Mateo 20, 25-27).
El Hijo del hombre no vino a ser servido, sino a servir y a dar su vida para redención de muchos (Mateo 20, 28).
Cuando hayáis hecho todo lo que se os ha mandado, decid: Siervos inútiles somos; no hemos hecho sino lo que teníamos que hacer (Lucas 17, 10).
Sin Mí, nada podéis hacer (Juan 15, 5).
Estad atentos a no hacer vuestra justicia delante de los hombres para que os vean; de otra manera no tendréis recompensa ante vuestro Padre que está en los Cielos (Mateo 6, 1).
Cuando hagas, pues, limosna, no vayas tocando la trompeta delante de ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles para ser alabados de los hombres; en verdad os digo que ya recibieron su recompensa (Mateo 6, 2).
Cuando des limosna, que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha para que tu limosna quede en secreto; y tu Padre, que ve lo secreto, te premiará (Mateo 6, 3-4).
0 comentarios