Palabras de Jesús sobre la Templanza
0:00De la abundancia del corazón habla la boca. El hombre bueno, de su buen tesoro, saca cosas buenas; pero el hombre malo, de su mal tesoro, saca cosas malas (Mateo 12, 34-35).
Del corazón provienen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, las fornicaciones, los robos, los falsos testimonios, las blasfemias (Mateo 15, 19).
Los cuidados del siglo, el engaño de las riquezas y las demás ambiciones brotan y ahogan la Doctrina que se hace infructuosa (Marcos 4, 19).
¿Qué caviláis de que no tenéis panes? Aún no entendéis ni caéis en la cuenta? ¿Tenéis el corazón embotado? ¿Teniendo ojos no veis y teniendo oídos no oís? ¿Ya no os acordáis de cuando partí los cinco panes entre cinco mil hombres y cuántos cestos llenos de sobras recogisteis? (Marcos 8, 17-18).
Bienaventurados los que ahora padecéis hambre, porque seréis saciados (Lucas 6,21).
¡Ay de vosotros los que estáis hartos, porque tendréis hambre! (Lucas 6, 25).
Las raposas tienen cuevas y las aves del cielo nidos, pero el Hijo del hombre no tiene donde reclinar su cabeza (Lucas 9, 58).
Comed lo que os pongan delante (Lucas 10, 8).
Cuidad de preservaros de toda avaricia, que aunque uno esté en la abundancia, su vida no le viene de la hacienda (Lucas 12, 15).
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