Un minuto con Dios
0:00
Quizá hoy te hayas sentido aplastado y abatido; te habrás ido arrastrando a ras de tierra, sin ánimo de levantar tu mirada.
Sin embargo, cuenta la leyenda que Dios creó las aves para que, al oírlas cantar, el hombre levantara sus ojos al cielo.
Así las aves serían embajadoras de Dios; y ¡son tantas y tantas las cosas que pueden ser verdaderamente embajadoras de Dios.
Levanta tus ojos, eleva tu mirada, clávala en el cielo y sigue adelante.
Cuando mañana inicies tu actividad, iníciala con mayor optimismo, con redoblado entusiasmo, con alegría comunicativa y, si acaso vuelves a sentirte abatido, redobla tus esfuerzos, para elevarte a las alturas.
De esta forma, sin hablar quizá, tu vida podrá ser un verdadero pregón de Dios.
“Alzo mis o]os a los montes: ¿de dónde vendrá el auxilio? Mi auxilio de Yahvéh, que hizo cielos y tierra… Te guarda Yahvéh de todo mal, El guarda tu alma; Yahvéh guarda tu salida y tu entrada desde ahora y por siempre” (Salmo 121,1-8).
Si confías en Dios, El no te faltará; lo que a veces sucede no es que falte la ayuda de Dios, sino tu confianza en EL.
Sin embargo, cuenta la leyenda que Dios creó las aves para que, al oírlas cantar, el hombre levantara sus ojos al cielo.
Así las aves serían embajadoras de Dios; y ¡son tantas y tantas las cosas que pueden ser verdaderamente embajadoras de Dios.
Levanta tus ojos, eleva tu mirada, clávala en el cielo y sigue adelante.
Cuando mañana inicies tu actividad, iníciala con mayor optimismo, con redoblado entusiasmo, con alegría comunicativa y, si acaso vuelves a sentirte abatido, redobla tus esfuerzos, para elevarte a las alturas.
De esta forma, sin hablar quizá, tu vida podrá ser un verdadero pregón de Dios.
“Alzo mis o]os a los montes: ¿de dónde vendrá el auxilio? Mi auxilio de Yahvéh, que hizo cielos y tierra… Te guarda Yahvéh de todo mal, El guarda tu alma; Yahvéh guarda tu salida y tu entrada desde ahora y por siempre” (Salmo 121,1-8).
Si confías en Dios, El no te faltará; lo que a veces sucede no es que falte la ayuda de Dios, sino tu confianza en EL.
0 comentarios