El llamado del universo…
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El universo está llamandoÖ y me pregunto si usted y yo estamos dispuestos a escucharlo. Nos damos cuenta de que hay urgencia de asuntos por atender: la familia, el desbordamiento que tenemos por tener o aparentar, los amigos que nos necesitan, lo que estamos viendo en nuestra sociedad y la experiencia de vida que estamos afrontando en este momento. Todo es parte de ese llamado. Si nuestro oído es atento a lo que se nos está diciendo es seguro que descubriremos el mensaje divino en esa llamada. Mas, ¿cuál es nuestra respuesta? Nos estamos quedando en ver solo lo aparente, ante un hecho trágico que nos enluta a todos nuestra vista se detiene en verificar si se vestía de color negro o tocaba “heavy metal” y no atendemos a hurgar en nuestro interior, preguntarme por qué nuestra juventud tiene tanta rabia como para agredir de forma salvaje a uno igual a él/ella, por qué la violencia de género, por qué el deseo de embotar nuestras mentes con sustancias que nos alteran.
Es necesario reinstalar un nuevo chip en la mente y el corazón de todos. Uno que nos recuerde que compartimos el mismo espacio, que respiramos el mismo aire, sin importar lo majestuoso o humilde de la vivienda. Que somos una perla en el collar que es la vida. Hoy no pregunto “por quién doblan las campanas”, porque estoy segura que lo hacen por ti y por mí, por la madre que llora la partida abrupta de un hijo querido y por aquella que mendiga un espacio donde vender de manera digna su fuerza de trabajo, sin tener que empeñar su cuerpo o convertirse en esclava servil de quien nos tiraniza indicándonos que el tener y el aparentar es lo que nos hace mejores.
Hay un grito de espanto porque otra vida joven se perdió para que atendamos a lo que los mayores de este tiempo estamos haciendo y dejándoles en herencia. Acumular sin compartir, odiar sin perdonar, sacar ventajas sin servir; en fin, comparto con usted mi interés en que nuestras miradas estén en reemplazar las acciones que nos dañan por conductas que nos hacen bien a todos, recordar que nos iremos con las manos vacías y tan desnudos como llegamos. Necesitamos oír que las campanas tocan para recordarnos con alegría los logros de la comunidad, aquellos que debemos celebrar todos, no queremos oír más que el sonido de las campanas es por la tristeza de despedir a un joven que por una acción violenta parte a la eternidad y porque otros cambiaron por una jaula todo lo que el vigor de su edad le podía brindar a nuestra sociedad.
Hay un llamado del universo, pero como dice Eric Butterworth en el libro, “El Universo está llamando”: “La llamada del universo es a ir más alto, a hacerte cargo de tu vida, liberar tu esplendor aprisionadoÖ”. Te deseo que tu respuesta te lleve a una mejor actitud para afrontar la vida, levantarte de situaciones limitantes, romper con hábitos de pensamientos y conductas que te hacen co-dependientes de personas y adicciones.
Jocelyn Quezada
Es necesario reinstalar un nuevo chip en la mente y el corazón de todos. Uno que nos recuerde que compartimos el mismo espacio, que respiramos el mismo aire, sin importar lo majestuoso o humilde de la vivienda. Que somos una perla en el collar que es la vida. Hoy no pregunto “por quién doblan las campanas”, porque estoy segura que lo hacen por ti y por mí, por la madre que llora la partida abrupta de un hijo querido y por aquella que mendiga un espacio donde vender de manera digna su fuerza de trabajo, sin tener que empeñar su cuerpo o convertirse en esclava servil de quien nos tiraniza indicándonos que el tener y el aparentar es lo que nos hace mejores.
Hay un grito de espanto porque otra vida joven se perdió para que atendamos a lo que los mayores de este tiempo estamos haciendo y dejándoles en herencia. Acumular sin compartir, odiar sin perdonar, sacar ventajas sin servir; en fin, comparto con usted mi interés en que nuestras miradas estén en reemplazar las acciones que nos dañan por conductas que nos hacen bien a todos, recordar que nos iremos con las manos vacías y tan desnudos como llegamos. Necesitamos oír que las campanas tocan para recordarnos con alegría los logros de la comunidad, aquellos que debemos celebrar todos, no queremos oír más que el sonido de las campanas es por la tristeza de despedir a un joven que por una acción violenta parte a la eternidad y porque otros cambiaron por una jaula todo lo que el vigor de su edad le podía brindar a nuestra sociedad.
Hay un llamado del universo, pero como dice Eric Butterworth en el libro, “El Universo está llamando”: “La llamada del universo es a ir más alto, a hacerte cargo de tu vida, liberar tu esplendor aprisionadoÖ”. Te deseo que tu respuesta te lleve a una mejor actitud para afrontar la vida, levantarte de situaciones limitantes, romper con hábitos de pensamientos y conductas que te hacen co-dependientes de personas y adicciones.
Jocelyn Quezada
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