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Soledad y compañía

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¿Sabe usted cuál es la mejor definición de un latoso? Dice Benedetto Croce que es “el que nos quita la soledad y no nos da la compañía”.

Lo contrario, entonces, es “una persona que no nos quita la soledad, y nos da compañía”. Cuando esto sucede en una amistad, llega el paraíso a la tierra.

Ahora, cuando una persona descubre que Jesucristo es alguien que respeta su soledad, y le da la mejor compañía que puede imaginarse, esa persona se convierte en su discípulo, y llega el Reino de Dios a la tierra.

¿Somos usted y yo discípulos de Jesucristo? Creo que sí. Creo que usted lo es porque está leyendo esto, y creo que yo lo soy, porque él me está utilizando para escribirlo.

En el evangelio de hoy el Señor revela algo que muchos de sus discípulos encontraron inaceptable. Sus palabras textuales fueron: “Mi carne es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebida” (Juan 6,55).

Dice el evangelio que muchos discípulos empezaron a murmurar diciendo “¿quién puede admitir esto?” Me imagino que decían: ¿Es que se ha vuelto loco? ¿Creerá que somos caníbales? Y “desde entonces, muchos se echaron para atrás, y ya no querían andar con él”.

Pero Jesús no dijo algo como espérense, no se vayan, déjenme explicarles, por el contrario, se dirigió a los doce y les dijo: “¿También ustedes quieren dejarme?”. Es decir, o ustedes me creen y confían en lo que yo digo, aunque no entiendan nada, o se pueden ir.

Y Pedro le respondió: “Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabra de vida eterna, y nosotros creemos y sabemos que tú eres el Santo de Dios”.

Y así vemos que, lo que para algunos era “inaceptable,” para otros resulta ser, “palabra de vida eterna” ¿Cuáles cree usted que tenían la razón?

A mí me resulta duro creer que el Señor se ha fijado en mí, que quiere vivir conmigo una historia de amor tan grande que se me da corporalmente, a mí personalmente, a mí como ser individual, a mí, como a Pedro. ¿Se ha planteado usted en su soledad este enigma? ¿Ha experimentado esta compañía en su vida?

La pregunta de hoy
¿QUÉ GANANCIA INMEDIATA PUEDO YO OBTENER CON ACEPTAR ESTE MISTERIO?
La ganancia inmediata es esfumar la amenaza de la muerte y dar entrada a la felicidad.

En su libro “La felicidad humana”, afirma Julián María:

“La radical amenaza a la felicidad es la muerte, porque si esta fuera definitiva, toda felicidad sería un engaño; ya que si soy feliz, pero veo que voy a dejar de serlo, estoy más lejos de la felicidad que si no soy feliz, pero sé que voy a serlo”.

¿Puede haber mayor ganancia que el saber que no voy a morir nunca, que tengo un Amigo y Señor que respeta mi soledad, que me ama y me regala su amorosa compañía y que se me autodona en este alimento de vida eterna?

Digo con Javier Garrido: “No sé por qué creo, me fío, te quiero; solo sé que tú eres la fuente de mi vida y que sin ti, nada tiene sentido”.
Luis García Dubus

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