San Diego es una de las ciudades más bellas de Norteamérica. La refrescante brisa del mar y el sol atraen a turistas de todo el mundo, pero en la noche es un mundo diferente.

Aunque cueste creerlo, los miembros de la iglesia “La Roca” de San Diego visitan lugares poco comunes como los clubes nocturnos de la ciudad.

Chicas de J.C.

Conocidas como las "Chicas de J.C.", un grupo de jovenes de la congregación ministran a las mujeres que trabajan de esos clubes nocturnos.

“Entramos en los clubes y damos regalos a las mujeres. Les regalamos lociones, una Biblia, lápiz de labios y una carta de amor que les deja saber que Dios les ama”, dice Sherry una miembro de las "Chicas de J.C.".

Sherry asegura que ella no ha rescatado a ninguna de las muchachas de los clubes pero Dios sí ha rescatado a varias. "Él está haciendo cosas más allá de nuestra comprensión. Por ejemplo, hay un club donde no nos permitían entrar, sólo dejamos los regalos, y dos meses después una chica llegó a nuestro estudio bíblico, y se convirtió ese domingo en la iglesia", agrega Sherry.

"Haga algo"

La iglia La Roca también cuenta con un ministerio a los indigentes. Para ello, unos 30 miembros de la congregación salen los sábados a ministrar a los que están en la calle pasando tiempos difíciles.

"Llevamos la iglesia a los indigentes", explica Danny Deddeh quien forma parte del ministerio. "Muchas veces ellos se acercan a nosotros y hacemos una reunión. Nosotros llevamos las provisiones que tengamos ese día: agua, café, comida".

El pastor Miles McPherson, ex- jugador de futbol americano, dirige el proyecto "Haga algo" y acaba de escribir un libro al respecto.

"Jesús dijo en Juan 14:12 que si creemos en El, haríamos cosas aún más grandes de las que Él hizo, pero la gente no cree eso. Entonces si creemos en Él, debemos ir a hacer algo, ir a predicar el Evangelio, ir como testigos, ir a hacer discípulos, son todos verbos, así que quedarnos sentados, aunque es un verbo, es sólo parte de lo que Él nos manda", explica McPherson.

Entre los cien o más proyectos de la iglesia hay un ministerio de cuidado a los que tienen cáncer. Los voluntarios ayudan a quienes sufren por esta enfermedad de varias maneras incluyendo la oración.

“Hacemos cosas como limpiar casas, cuidar niños cuando están en recuperación, si necesitan y no pueden cocinar por sí mismos", señala Tamela del ministerio “Cáncer care”. En 2009, los miembros de la iglesia donaron más de 166 mil horas de servicio comunitario como parte de su proyecto 'Haga algo', eso equivale a más de 2 millones de dólares para la ciudad.

Para el pastor McPherson la labor social es importante. "Limpiamos parques, pintamos mesas y bancas, plantamos árboles, pintamos centros comunales, dimos mentoría a los chicos, la iglesia salió todas las semanas, todos los días, a hacer algo para la ciudad".

Ahora el pastor está desafiando a otras iglesias del país para que hagan lo mismo en sus ciudades. “Jesús es práctico. Él entra a nuestras vidas y se interesa por nuestras necesidades prácticas, así que ¿Por qué no hacer lo mismo en nuestras ciudades?"

Pero, ¿cómo saber cuál es el ministerio apropiado para uno? Para muchos, nace de sus propias experiencias. Vicky aprendió lenguaje de señas porque el hijo de su amiga era sordo. Ahora ella dirige un albergue para niños sordos. Incluso adoptó a un niño sordo.

“Tengo un don para el lenguaje de sordos, lo aprendí muy rápido y me enamoré del mundo de los sordos y eventualmente empecé a interpretar en la iglesia” dice Vicky.

McPherson dice que siendo hijos de Dios, si no vamos, ¿quién irá? ¿Quién alcanzará a gente como Mindy?, que clamó a Dios una noche en el club, pidiendo una señal.

Mindy fue una ‘striper’ por 5 años, "Sólo 5 minutos más tarde las 'chicas de JC' entraron al club y esa fue la respuesta a mi oración. Me dijeron que Dios me amaba. Me quedé asombrada. Uno no espera ver a mujeres de la iglesia en esos clubes. Pero me urgía escuchar eso, porque ese negocio me iba a destruir".

Ahora Mindy es voluntaria con las 'Chicas de JC' y ayuda a otras mujeres a salir de los clubes y encontrar esa sencilla verdad: que Dios las ama.

McPherson dice que en realidad eso es de lo que se trata el proyecto "Haga algo".