Cuatro obreros cristianos fueron liberados de prisión. Ellos fueron arrestados en un hogar privado y acusados de los cargos de incitar un desorden público relacionado con la religión.

Por razones de seguridad, no se mencionó la organización y sólo se llamó al líder de ese ministerio como “Daniel”, quien comparte que su ministerio se enfoca en ayudar a satisfacer las necesidades físicas del pueblo afgano, y que esto abre otras puertas: "Cuando nos preguntan qué creemos, sentimos que somos libres, según la ley de la nación, de compartir qué es lo que creemos y por qué lo creemos. Así que no pienso que es verdad que estemos rompiendo ley alguna".

“Daniel” indica que estos hombres enfrentaron una sentencia de tres años de prisión, así que viajó a Afganistán para asegurarse de su liberación. A pocas horas de su petición, ellos fueron liberados. Cuando se le preguntó si esta reciente opresión obstaculizaría su trabajo, “Daniel” respondió: "Es comprensible que esto cause temor, pero hemos decidido que seguiremos avanzando".