CIUDAD DEL VATICANO. Los obispos convocados a la Santa Sede para analizar el éxodo de cristianos del Medio Oriente lo atribuyeron en gran parte al conflicto palestino-israelí, al tiempo que advirtieron que las consecuencias podrían ser devastadoras para el lugar donde surgió el cristianismo.

Algunos obispos señalaron como causa del éxodo a la aparición del islamismo extremista, pero otros acusaron directa o indirectamente a Israel de discriminar a los árabes cristianos, así como al hecho de que la solución del conflicto entre los palestinos y los israelíes sigue pendiente.

En el documento de trabajo del sínodo de dos semanas se acusa a la "ocupación" israelí de los territorios palestinos de causar dificultades a la vida diaria de los palestinos cristianos, incluidas sus actividades religiosas, en virtud de que su acceso a los lugares sagrados depende de la autorización de las fuerzas armadas israelíes.

Fieles en disminución

El Papa Benedicto XVI convocó el sínodo, el cual continuó el miércoles, en un intento para que se aliente la permanencia de los cristianos en una región predominantemente musulmana, donde la Iglesia católica ha sido minoritaria mucho tiempo y sus fieles están disminuyendo debido a la guerra, el conflicto, la discriminación y los problemas económicos.

Tan sólo en Irak, los católicos representaban el 2,89% de la población en 1980; para el 2008, apenas eran el 0,89%. En Israel, donde se encuentran sitios sagrados importantes de la cristiandad, los católicos representaban 3,8% de la población en 1980; para el 2008, apenas eran el 1,82%.

Unos 185 obispos participan en el sínodo de las Iglesias católicas del rito latino y el rito oriental procedentes de toda la región y de la diáspora. Además, se ha invitado a dos imanes musulmanes y a un rabino a que pronunciaran un discurso ante el sínodo.

El patriarca Gregorio III, arzobispo de los melquitas griegos en Damasco, dijo que los movimientos extremistas islámicos como Hamás o Jezbolá surgieron a raíz del conflicto entre israelíes y palestinos, y advirtió el martes que el éxodo de los cristianos tendrá como desenlace una "sociedad de una sola fe: la musulmana".

"Si esto sucede, si Oriente se vacía de cristianos, esto significaría que cualquier ocasión sería propicia para un nuevo choque de culturas, civilizaciones e incluso religiones, un enfrentamiento destructivo entre el oriente árabe islámico y el occidente cristiano", apuntó.