Explicar el sentido
0:00- ¡Maestro! – lo encaró uno de ellos una tarde – Tú nos cuentas los cuentos pero no nos explicas su significado.
- Pido perdón por eso. – se disculpó el maestro – Permíteme que en señal de reparación te convide con un rico durazno.
- ¡Gracias maestro! – respondió halagado el discípulo
- Quisiera, para agasajarte, pelarte tu durazno yo mismo; ¿me permites?
- Sí, muchas gracias.
- ¿Te gustaría que, ya que tengo en mi mano el cuchillo, te lo corte en trozos para que te sea más cómodo?
- ¡Me encantaría!, pero no quisiera abusar de tu hospitalidad, maestro.
- No es un abuso si yo te lo ofrezco, sólo deseo complacerte.
Después de cortarlo en pedazos, el maestro continuó:
- Permíteme también que te lo mastique antes de dártelo.
- ¡No maestro!, no me gustaría que hicieras eso. – se quejó sorprendido el discípulo
El maestro hizo una pausa y dijo:
- Si yo les explicara el sentido de cada cuento… sería como darles a comer una fruta masticada. .
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