Una buena comunicación pide valores como estos:

LA SINCERIDAD: Ser un buscador de la Verdad para no imponer mi verdad. Amar la verdad y huir de la doblez. Una sinceridad iluminada por la prudencia para saber qué decir, a quién, cómo, cuándo y dónde.

EL RESPETO: Que me lleva a valorar la dignidad del otro, a aceptar las diferencias. Un valor tan unido a la tolerancia y tan contrario al maltrato, la manipulación o la burla.

LA SENCILLEZ: Una conciencia clara de mis talentos y mis limitaciones, contraria al orgullo y el menosprecio. Es la virtud que me permite conocerme como soy. Así evito ser prepotente o minusvalorarme.

Una buena comunicación también me pide saber escuchar. Algo que logro cuando sé amar. El amor es el clima del diálogo enriquecedor. Un diálogo basado en estos valores: sinceridad, prudencia, respeto, sencillez y capacidad de escucha.

Gonzalo Gallo Gonzalez.