La policía en Jos, Nigeria, tiene a 351 personas en custodia, conectadas con la masacre de cristianos ocurrida el domingo. Greg Mussleman, quien sirve con Voice of the Martyrs (La Voz de los Mártires) en Canadá, señala que los creyentes todavía están impactados, y puede que no se sientan del todo seguros con la 'rápida acción' del gobierno: "Los militares ya estaban alertados. Había rumores antes de esta masacre del fin de semana, y, sin embargo, ocurrió".

En el ataque, 500 personas perdieron la vida. Las razones que provocaron esto pueden ser innumerables, según Mussleman: "¿Es esto, en realidad, persecución contra los cristianos, o es una disputa de tierra, o es un asunto tribal? Existen tantos elementos aquí. Finalmente, muchos cristianos perdieron sus vidas.

Los creyentes continúan confiando en el Señor en medio de una situación terrible que, lamentablemente, continuará". Esta es una escena extrañamente familiar. El 17 de enero hubo una violencia similar en Jos.

Los líderes cristianos condenan el ciclo y animan a los creyentes para que busquen la reconciliación. Mussleman concluye: "Esto no detendrá los esfuerzos evangelísticos, pero lo importante ahora es que los cristianos allá amen a sus enemigos".