Más de 200 personas han muerto en ataques contra aldeas cristianas en el centro de Nigeria. Esta ha sido la última ronda de violencia entre cristianos y musulmanes.

Testigos dijeron que una turba, armada con pistolas y machetes, entró en una aldea alrededor de las tres de la madrugada del domingo, en un momento en que el ejército debería haber estado vigilando la zona.

La mayoría de las víctimas se dice que son mujeres y niños. Los que escaparon dijeron que los atacantes eran musulmanes.

“Nosotros llevamos a cabo iniciativas estratégicas para enfrentar y derrotar a esas bandas errantes de asesinos”, dijo en un comunicado el presidente interino Goodluck Jonathan. “Aunque es demasiado pronto para afirmar categóricamente quien es el responsable de esta nueva ola de violencia, queremos informar a los nigerianos que los servicios de seguridad están al frente de la situación”.

Más de 300 personas, la mayoría de ellos cristianos, han muerto en los disturbios religiosos en Nigeria efectuados en enero.

“También más de 600 personas huyeron a un campamento, en el cual permanecen desde enero otras víctimas de violencia”, dijo el funcionario de la Cruz Roja, Adamu Abubakar.