Han sido cinco meses desde el terremoto que impactó la nación isleña, y algunos habitantes haitianos se han vuelto impacientes con la falta de progreso.

En el área de Haití conocida como Bois Verna, la devastación del terremoto aun es notable a pesar de los cinco meses que han transcurrido.

En la región de Delmas Deux, las personas todavía están viviendo en ciudades de tiendas de campaña, rodeadas por edificios colapsados. En Bel Aire, aun son visibles las ruinas de una catedral.

Y en la ciudad de Port au Prince, el Palacio Presidencial se mantiene pero con daños severos.

El Pastor Espérandieu Pierre es el fundador del ministerio Visión de Nehemías (Nehemiah Vision Ministries). El haitiano le dijo a CBN News sobre los sentimientos que han estado afrontando los ciudadanos en Haití.

“Muchos han perdido la esperanza”, dice Pierre. “Estoy atrapado aquí. La limitación está aquí. Aun estamos sentados sobre casi 50 hectáreas de tierra, tratando de desarrollar un centro de transformación para la comunidad, donde la gente pueda ver a Cristo”.

“Los pobres no necesitan oír de Cristo”, agrega. “Quieren oír y sentir el Evangelio por medio de un acto de amor. Si el pueblo cree con Dios, todo lo puedo en Cristo que me fortalece, Dios lo hará.”

Aun antes del terremoto, Haití era el país más empobrecido del hemisferio oeste. Sumado al reciente desastre natural, Pierre y otras personas dicen que creen que lo único que puede salvar su nación es Dios.