“Mientras estaban hablando de todo esto. Jesús se presento en medio de ellos y les dijo: PAZ A USTEDES” (Lucas 24,36)

Después de la Primera Guerra Mundial, un periodista ofreció un premio de 100.000 dólares para quien presentara el mejor plan que asegurara la paz mundial. En la oficina correspondiente se recibieron 22.000 planes diferentes. Los miembros del jurado debatieron por largo tiempo, especialmente sobre algunas propuestas de gran valor. Pero finalmente, triunfo el plan más corto y sencillo de todos. Constaba de solo tres palabras: PRUEBESE CON JESUCRISTO.

Simple como esta formula, sin embargo, cuanto la olvidan los seres humanos.
No es de extrañar entonces que veinte años mas tarde, en 1939, estallara la Segunda guerra Mundial, con su devastadora consecuencia de muerte y horror.

Cristo es el único Autor de la Paz verdadera.
Con el terminan los campos de batalla y se aquietan los corazones pendencieros.
Con el desaparece el odio y nace el amor.
El dijo: “La paz les dejo, mi paz les doy; La paz que yo les doy no es como la da el mundo. Que no haya en ustedes angustias ni miedo” (Jn. 14,27)

En todo conflicto, en contiendas y pleitos, para solucionarlos:
“PROBEMOS CON JESUCRISTO”.