La Fotografia
2:22
San Mateo 8,23-26 “Jesús subió a la barca, y sus discípulos lo acompañaron. En esto se desato sobre el lago una tormenta tan fuerte que las olas cubrían la barca. Pero Jesús se había dormido. Entonces sus discípulos fueron a despertarlo diciéndole: -¡Señor, sálvanos! ¡Nos estamos hundiendo! El les contesto: -¿Por qué tanto miedo? ¡Que poca fe tienen ustedes! Dicho esto, se levantó y dio una orden al viento y al mar, y todo quedo completamente tranquilo.
En lo particular me gusta mucho cuando llueve, me fascina contemplar y ver caer, el agua transparente y cristalina. Pero a veces las lluvias vienen con Tormentas eléctricas, las tormentas vienen con ráfagas de viento, truenos, relámpagos y rayos
El Evangelio que leímos nos habla precisamente de una tormenta, los discípulos estaban en la barca, y Jesús también en ella pero estaba dormido, cuando de pronto se desata una tormenta y se llenan de miedo y dicen, -Señor Sálvanos, nos estamos hundiendo.
En la Barca de nuestra vida, también se presentan las tormentas, llegan las tormentas los vientos huracanados llenos de problemas, llegan las dificultades, llega la tormenta económica falta el dinero, no tenemos con que pagar los servicios básicos, también llega la tormenta de la enfermedad, hay también tormentas de soledad, cuando todos se han ido, la personas en la que confió su vida le ha dado la espalda le ha sido infiel, y las olas de la soledad amenazan hundir su vida. Acompañando esta tormenta llega la tormenta del odio, su corazón se ha llenado de rencor por las personas que le han hecho daño, y lo único que repite en su interior es:
“me las pagaran”, se copia de las palabras que le dice el Ganso a la Gansa.
Sabe usted que le dice el Ganso a la Gansa ?
Ven - Ganza
En estos momentos mi querido hermano yo no se la tormenta espiritual que esta atravesando. Pero quiero hacerle una sencilla pregunta:
¿Cómo reacciona ante las tormentas de la vida?
Tavito un día retornaba de clases el iba saltando, saltando cantando y alabando a Dios, de pronto el cielo se oscurece, llegan los vientos y se desata la tormenta acompañada de truenos, relámpagos y rayos.
Tavito empieza a correr para llegar a casa, y cuando el cielo se iluminaba por el relámpago de la tormenta el se detenía y mirando hacia el cielo sonreía, pasaba el rayo y seguía corriendo, nuevamente el cielo se iluminaba y Tavito otra vez paraba de correr, miraba hacia el cielo y sonreía, y así recorrió los 700 metros que distaban de la escuela a su casa. Estaba a escasos 7 metros de su casa y el cielo otra vez se ilumino, Tavito se para y mira al cielo y se esfuerza por tener su mejor sonrisa, pasada esta escena llega corriendo a su casa. Su papa estaba esperándolo muy preocupado.
Luego de un rato Tavo el papa de Tavito, comenta:
-Te estuve observando como corrías de regreso a casa, lo que no entiendo es, ¿Por qué cada vez que había un relámpago y se iluminaba el cielo tu parabas tu carrera, y mirabas sonriendo hacia el cielo.
Entonces Tavito con la inocencia de un niño, y lleno de emoción dice:
Papa, cada vez que miraba hacia el cielo, lo hacia por que se iluminaba el cielo, Dios me estaba sacando una fotografía, y tenia que mirarlo, sonreírle, seguro que me saco muchas fotos, por que varias veces alumbro el cielo (lógicamente el niño se refería a los relámpagos que iluminaban el cielo). Tavito en su inocencia creía que cada relámpago de la tormenta era una fotografía que Dios le estaba tomando.
En Cada prueba que pasamos, cada tormenta espiritual por la que atravesamos, Dios esta mirándonos, el no nos ha abandonado, el nos contempla, el saca fotos de nuestra vida, es difícil sonreír ante las tormentas problemas y enfermedades, pero la buena noticias es que en todas estas dificultades Dios esta a nuestro lado observándonos.
Al otro día de la tormenta Tavito vuelve a clases y en la clase el maestro le pregunta:
-Cuantos son los puntos cardinales
Al instante Tavito responde:
-Son cinco profesor
El profesor asombrado dice, ¡como! Yo conozco solo 4 y ¿cual es el otro?
-El niño responde: El Norte, El Sur, el Este el Oeste y donde yo estoy…
Mi querido hermano, ante las tormentas que pueda atravesar, Jesús esta en el Norte, En el Sur, En el Este, En el Oeste, y también esta en su barca en su vida, donde usted esta, también esta El.
¿Yo no lo veo donde esta? Se preguntara
Recuerda el evangelio que leímos, esta en su barca, esta en su vida, pero pueda ser que este durmiendo,
En este momento lo invito a imitar a los discípulos y decir con voz fuerte:
-Auxilio Señor, mira los problemas por los que atravieso, mira las tormentas que amenazan hundir mi vida, Señor, ¡sálvame! ¡Me estoy hundiendo! Amen.
En lo particular me gusta mucho cuando llueve, me fascina contemplar y ver caer, el agua transparente y cristalina. Pero a veces las lluvias vienen con Tormentas eléctricas, las tormentas vienen con ráfagas de viento, truenos, relámpagos y rayos
El Evangelio que leímos nos habla precisamente de una tormenta, los discípulos estaban en la barca, y Jesús también en ella pero estaba dormido, cuando de pronto se desata una tormenta y se llenan de miedo y dicen, -Señor Sálvanos, nos estamos hundiendo.
En la Barca de nuestra vida, también se presentan las tormentas, llegan las tormentas los vientos huracanados llenos de problemas, llegan las dificultades, llega la tormenta económica falta el dinero, no tenemos con que pagar los servicios básicos, también llega la tormenta de la enfermedad, hay también tormentas de soledad, cuando todos se han ido, la personas en la que confió su vida le ha dado la espalda le ha sido infiel, y las olas de la soledad amenazan hundir su vida. Acompañando esta tormenta llega la tormenta del odio, su corazón se ha llenado de rencor por las personas que le han hecho daño, y lo único que repite en su interior es:
“me las pagaran”, se copia de las palabras que le dice el Ganso a la Gansa.
Sabe usted que le dice el Ganso a la Gansa ?
Ven - Ganza
En estos momentos mi querido hermano yo no se la tormenta espiritual que esta atravesando. Pero quiero hacerle una sencilla pregunta:
¿Cómo reacciona ante las tormentas de la vida?
Tavito un día retornaba de clases el iba saltando, saltando cantando y alabando a Dios, de pronto el cielo se oscurece, llegan los vientos y se desata la tormenta acompañada de truenos, relámpagos y rayos.
Tavito empieza a correr para llegar a casa, y cuando el cielo se iluminaba por el relámpago de la tormenta el se detenía y mirando hacia el cielo sonreía, pasaba el rayo y seguía corriendo, nuevamente el cielo se iluminaba y Tavito otra vez paraba de correr, miraba hacia el cielo y sonreía, y así recorrió los 700 metros que distaban de la escuela a su casa. Estaba a escasos 7 metros de su casa y el cielo otra vez se ilumino, Tavito se para y mira al cielo y se esfuerza por tener su mejor sonrisa, pasada esta escena llega corriendo a su casa. Su papa estaba esperándolo muy preocupado.
Luego de un rato Tavo el papa de Tavito, comenta:
-Te estuve observando como corrías de regreso a casa, lo que no entiendo es, ¿Por qué cada vez que había un relámpago y se iluminaba el cielo tu parabas tu carrera, y mirabas sonriendo hacia el cielo.
Entonces Tavito con la inocencia de un niño, y lleno de emoción dice:
Papa, cada vez que miraba hacia el cielo, lo hacia por que se iluminaba el cielo, Dios me estaba sacando una fotografía, y tenia que mirarlo, sonreírle, seguro que me saco muchas fotos, por que varias veces alumbro el cielo (lógicamente el niño se refería a los relámpagos que iluminaban el cielo). Tavito en su inocencia creía que cada relámpago de la tormenta era una fotografía que Dios le estaba tomando.
En Cada prueba que pasamos, cada tormenta espiritual por la que atravesamos, Dios esta mirándonos, el no nos ha abandonado, el nos contempla, el saca fotos de nuestra vida, es difícil sonreír ante las tormentas problemas y enfermedades, pero la buena noticias es que en todas estas dificultades Dios esta a nuestro lado observándonos.
Al otro día de la tormenta Tavito vuelve a clases y en la clase el maestro le pregunta:
-Cuantos son los puntos cardinales
Al instante Tavito responde:
-Son cinco profesor
El profesor asombrado dice, ¡como! Yo conozco solo 4 y ¿cual es el otro?
-El niño responde: El Norte, El Sur, el Este el Oeste y donde yo estoy…
Mi querido hermano, ante las tormentas que pueda atravesar, Jesús esta en el Norte, En el Sur, En el Este, En el Oeste, y también esta en su barca en su vida, donde usted esta, también esta El.
¿Yo no lo veo donde esta? Se preguntara
Recuerda el evangelio que leímos, esta en su barca, esta en su vida, pero pueda ser que este durmiendo,
En este momento lo invito a imitar a los discípulos y decir con voz fuerte:
-Auxilio Señor, mira los problemas por los que atravieso, mira las tormentas que amenazan hundir mi vida, Señor, ¡sálvame! ¡Me estoy hundiendo! Amen.
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