Mil necesidades
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¿Que te falta? Es una pregunta siempre actual.
Las necesidades van y vienen, algunas llegan otras se van.
¿Qué necesitas en este momento?
¿Dinero, salud, paz, alegría, amor, fe, esperanza? etc.
Cuando tenemos necesidades, muchas veces nos equivocamos y buscamos como saciar nuestra hambre con comida envenenada, la vieja serpiente del edén, disfrazada de alimento falso, nos hace caer en la trampa. En tiempo de necesidad es fácil caer atrapado, el enemigo nos engaña y nos hace cometer errores que después estamos lamentando.
Si estas pasando por alguna necesidad, si tienes muchos vacios en tu vida, es tiempo de la fe, es momento de creer y confiar en Dios que es dueño de todo.
Cuando estoy pasando por alguna necesidad, me gusta recordar la frase que dice: “No soy dueño del mundo, pero soy hijo del dueño”.
Hay alguien que siempre está presente en nuestra vida, y de forma especial en los momentos de necesidad. Jesucristo, siempre está visitando y llegando a las vidas de los necesitados. No te vaya a suceder, lo que le paso a la mujer de la siguiente anécdota:
Pobretilda, vivía en un pueblo en el que el común denominador era la pobreza, en el hogar de esta mujer las necesidades eran permanentes, Pobretilda vivía en la extrema pobreza, ella tenía 12 hijos que alimentar, un día es visitada, por el sacerdote del pueblo, que al ver a tantos niños y al verlos flaquitos y con cara de hambre, dice con esperanza a la mujer:
-¡No se preocupe Pobretilda!, en estos momentos voy a rezar para que el Señor venga a su casa… ¿Qué dice padrecito? Interrumpe Pobretilda, yo me opongo a que venga el Señor, ahora somos 13 y cuando venga el Señor seremos 14, yo ya no puedo alimentar a más gente…
Muchas veces, Jesucristo intenta llegar a nuestra casa, entrar en nuestra vida y no lo permitimos. Algunos creemos que si entra a nuestra vida, será una carga más que hay que llevar. No te equivoques no te dejes engañar:
-El quiere llegar a tu vida por tienes bastantes necesidades
- El llega con toneladas de bendiciones y regalos para ti y tu familia
-Jesucristo quiere entrar en tu vida para alimentarte con el pan de vida eterna.
No pierdas esta oportunidad, tienes que depositar tus necesidades y preocupaciones solo en Dios, el se preocupa por ti, si no me crees a mi cree en su palabra: “depositen todas sus preocupaciones a Dios porque él se interesa por ustedes” (1ra Pedro 5,7)
Acompáñame en la siguiente oración, confía que el Señor te dará todo lo que necesitas según su voluntad.
Señor tú conoces lo que falta en mi vida, tu sabes las necesidades por las que atravieso. En este momento el enemigo de mi alma me quiere convencer de que él tiene todo lo que me hace falta para mi vida. No quiero caer en tentación y tomar algún alimento que hará daño a mi vida y a mi alma. Señor En este momento me aferro a tu promesa, creo en tu palabra que dice que te interesas en mis necesidades y preocupaciones. Por medio de la fe deposito en la cruz todas mis necesidades. Te invito a que bajes de la cruz y vengas a mi vida, entra en mi vida Señor, toma mi vida y todas mis necesidades. Gracias Señor por escuchar mi plegaria. Amen
¿Qué necesitas en este momento?
¿Dinero, salud, paz, alegría, amor, fe, esperanza? etc.
Cuando tenemos necesidades, muchas veces nos equivocamos y buscamos como saciar nuestra hambre con comida envenenada, la vieja serpiente del edén, disfrazada de alimento falso, nos hace caer en la trampa. En tiempo de necesidad es fácil caer atrapado, el enemigo nos engaña y nos hace cometer errores que después estamos lamentando.
Si estas pasando por alguna necesidad, si tienes muchos vacios en tu vida, es tiempo de la fe, es momento de creer y confiar en Dios que es dueño de todo.
Cuando estoy pasando por alguna necesidad, me gusta recordar la frase que dice: “No soy dueño del mundo, pero soy hijo del dueño”.
Hay alguien que siempre está presente en nuestra vida, y de forma especial en los momentos de necesidad. Jesucristo, siempre está visitando y llegando a las vidas de los necesitados. No te vaya a suceder, lo que le paso a la mujer de la siguiente anécdota:
Pobretilda, vivía en un pueblo en el que el común denominador era la pobreza, en el hogar de esta mujer las necesidades eran permanentes, Pobretilda vivía en la extrema pobreza, ella tenía 12 hijos que alimentar, un día es visitada, por el sacerdote del pueblo, que al ver a tantos niños y al verlos flaquitos y con cara de hambre, dice con esperanza a la mujer:
-¡No se preocupe Pobretilda!, en estos momentos voy a rezar para que el Señor venga a su casa… ¿Qué dice padrecito? Interrumpe Pobretilda, yo me opongo a que venga el Señor, ahora somos 13 y cuando venga el Señor seremos 14, yo ya no puedo alimentar a más gente…
Muchas veces, Jesucristo intenta llegar a nuestra casa, entrar en nuestra vida y no lo permitimos. Algunos creemos que si entra a nuestra vida, será una carga más que hay que llevar. No te equivoques no te dejes engañar:
-El quiere llegar a tu vida por tienes bastantes necesidades
- El llega con toneladas de bendiciones y regalos para ti y tu familia
-Jesucristo quiere entrar en tu vida para alimentarte con el pan de vida eterna.
No pierdas esta oportunidad, tienes que depositar tus necesidades y preocupaciones solo en Dios, el se preocupa por ti, si no me crees a mi cree en su palabra: “depositen todas sus preocupaciones a Dios porque él se interesa por ustedes” (1ra Pedro 5,7)
Acompáñame en la siguiente oración, confía que el Señor te dará todo lo que necesitas según su voluntad.
Señor tú conoces lo que falta en mi vida, tu sabes las necesidades por las que atravieso. En este momento el enemigo de mi alma me quiere convencer de que él tiene todo lo que me hace falta para mi vida. No quiero caer en tentación y tomar algún alimento que hará daño a mi vida y a mi alma. Señor En este momento me aferro a tu promesa, creo en tu palabra que dice que te interesas en mis necesidades y preocupaciones. Por medio de la fe deposito en la cruz todas mis necesidades. Te invito a que bajes de la cruz y vengas a mi vida, entra en mi vida Señor, toma mi vida y todas mis necesidades. Gracias Señor por escuchar mi plegaria. Amen
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