Estos estados de cansancio, los cuales se traducen en ánimos de desesperación e inconformidades siendo mayor causa de desaliento, están ahora en sus campos vibracionales.

Su divinidad está atravesando un túnel por el cual las ondas de energía que necesitan ser cambiadas se resisten al cambio, por no poder reconocer esta nueva fuente de energía. Todo esto se trata de los cambios que se efectúan en sus cuerpos con el ADN.

También el viejo código de la paz, implantado en sus corazones está siendo actualizado, con códigos nuevos rebosados de energía cristica y revolucionaria.

Esta energía de paz crística será depositada en el corazón de las personas, para que ustedes a través de las energías del Cristo Jesús, vayan hacia la verdadera paz del espíritu crístico. Este código será activado con la segunda parte que es la energía crística, ya que la primera reposa ya en sus corazones.

Este símbolo que entró en la Tierra en la tercera parte del siglo veinte, era la siembra para la revolución de las energías del corazón: la paz crística.

Energías del propio Cristo Jesús, es símbolo y código crístico. Así que aquí tienen otro emblema de la casa del Cristo Jesús, que se decodifica en su simbología para obtener su significado. Ya que es la redención de Jesús que abraza a la humanidad; humanidad que se planteó en su momento, un momento decisivo, donde era acosada por el lado oscuro, principalmente los jóvenes.

Este símbolo de paz sembró las bases, para las próximas conciencias de esos seres, la generación de los setenta. Pero fue truncado ya que el lado oscuro sabía el significado que esto representaba para la humanidad y la corrompió con drogas y lujurias, que hasta el momento no se conocían en los niveles de depravaciones que alcanzaron después de los años setenta.

Este sería el primer llamado al despertar de la conciencia crística. Pero, ahora la cosecha de esa generación, de aquellos que estén despiertos en el espíritu, pondrán a valer su legado. Porque la otra parte del símbolo será entregado en cada corazón, para llevar a cabo la culminación de ofrecer paz para la ascensión divina. Esta generación que entra en los cuarenta años, son la manifestación de ese grado de evolución donde la semilla se sabrá si ha dado fruto, se secó o está estéril aún siendo un frondoso árbol, al cual todos buscan la sombra. El que tenga ojos para ver que vea.

La autora tendrá un conversatorio el miércoles 21, en Thesaurus, a las 6:30 p.m.