¿Estás como para celebrar? Porque lo creas o no, Dios nos dio la vida para que la disfrutáramos. Y es que cuando Cristo gobierna sobre nuestro corazón, hoy y cada día se convierte en un día de celebración porque cada día nos esperan maravillosas sorpresas y todo (bueno o malo) nos ayuda a bien. Con él, los problemas no son capaces de destruirnos, sino que son pruebas y escalones que nos hacen más fuertes.

¿Qué esperas el día de hoy? ¿Vives con la expectativa de lo que Dios tiene preparado para ti incluso en medio de la tormenta por la cual atraviesas o vives con el temor, la duda o con soledad? Cada día es un regalo hermoso de parte de Dios, y deberíamos poder disfrutarlo, celebrar la vida que nos ha sido dada.
Te van dos tips para vivir celebrando la vida que te ha sido dada: (1) Perdónate por la persona que fuiste, acepta la persona que eres, y cree en la persona que llegarás a ser con la ayuda de Dios, y sigue caminando lleno de gozo. Y nunca te olvides de (2) comenzar y terminar cada día invitando a Jesús a ser tú compañero en el trayecto.

El día de hoy dile al Señor: Dios, me has dado muchas razones para celebrar. Hoy decido vivir con una actitud positiva. Quiero vivir gozoso por la vida que me has dado. Ayúdame a sonreír más y a enojarme menos. Gracias por tus bendiciones. En el nombre de Jesús. ¡Amén!

Estén siempre llenos de alegría en el Señor. Lo repita, ¡alégrense! (Filipenses 4:4)