Dos o tres

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Asimismo yo les digo: si en la tierra dos de ustedes se ponen de acuerdo para pedir alguna cosa, mi Padre Celestial se lo concederá. Pues donde están dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos. (Mateo 18,19)
Dos sacerdotes tenían que celebrar una misa en la capilla “La Esperanza”, para llegar hasta ahí tenían que recorrer más de treinta kilómetros. Como era habitual los dos sacerdotes tenían que trasladarse en la motocicleta oficial que tenían para la misión. Ese domingo llevaban 7 minutos de retraso, por lo que el padrecito que iba manejando decide acelerar y llega a sobrepasar el límite de velocidad permitido en la carretera. Parece que la motocicleta no corría, ¡casi volaba!. Un policía se da cuenta de esta infracción, sigue a la motocicleta y hace que esta se detenga. El policía estaba dispuesto a multar a tan osados motociclistas, pero al reconocer que estos eran los sacerdotes de la comunidad “La Esperanza” se dirige a ellos con estas palabras:
-Tienen que reducir la velocidad, es muy peligroso ir a tan alta velocidad, en cualquier momento pueden tener algún accidente.
Uno de los sacerdotes responde muy confiado y sonriente:
-¡No hay por qué temer! No nos pasara nada, no tendremos ningún accidente porque el Señor viene con nosotros (parece que acababa de leer Mateo, 18,19)
Ante esta afirmación del sacerdote, ¿Cómo cree usted que reacciona el policía?
-Este dice ¡Ahora si los multo! No pensaba hacerlo, pero si usted dice que el Señor viene con ustedes eso es una infracción a la ley, no pueden ir en motocicleta más de dos personas, si van tres lamentablemente tengo que multarlos…

Sin lugar a dudas queridos hermanos, el motivo por el que vamos a la iglesia, la razón por la que nos congregamos en comunidad, en grupos de oración es porque confiamos y creemos que donde dos, tres o más se reúnen en el nombre del Señor, El está en medio de nosotros, Cuando nos reunimos para adorar y alabar a Dios, Cristo está con nosotros y en medio de nosotros. ¡Gloria a Él!
Seguridad y confianza en la presencia de nuestro Señor tiene que ser la característica de todo cristiano. En el tiempo que vivimos por ningún motivo tenemos que permitir que entre la duda que el Señor nos ha dejado solo, No podemos creer y quedarnos con la noticia de que Cristo ha muerto. ¡No es así! No existe esta versión, la noticia actual y verdadera es que Cristo ha resucitado, ¡El está vivo! Y está con nosotros, El es el capitán que lidera y dirige esta nave llamada “Iglesia”.
En este momento en la iglesia existen miles de miles que caminan por las rutas de la vida como los dos discípulos que nos narra el capítulo 24 del evangelio de Lucas, estos dos discípulos se dirigían a un pueblo llamado Emaus, estos discípulos iban tristes, estaban desalentados, frustrados y desanimados porque solo tenían el periódico del día de ayer, y en él se podían leer los principales titulares con letras grandes: ¡Jesucristo ha muerto! , por esta noticia iban desanimados y los doce kilómetros distantes de Emaus, para ellos parecían más de 120 Km. Pero en esto se aparece Jesucristo con el periódico del día, y les dice que son lentos para entender y conocer las buenas noticias, Cristo les empieza a leer todo el periódico, les narra desde el comienzo hasta el final. Y el punto final del periódico coincide con la llegada a Emaus. Entonces Los discípulos dijeron una plegaria que también tiene que ser actual en nuestra iglesia: “QUEDATE CON NOSOTROS, ya está cayendo la tarde y se termina el día”
Cuando nos encontremos tristes, frustrados y desalentados como estaban los discípulos de Emaus es necesario y primordial decir e insistir a Jesucristo:
“Quédate con nosotros”
“No te vayas de nuestra familia quédate con nosotros”
“No te vayas de nuestra comunidad quédate con nosotros”
“No te vayas de nuestra parroquia quédate con nosotros”….
Si quiere pude también ponerle un poco de humor a su plegaria, puede imitar al padrecito de la historia de la motocicleta diciendo:
“Quédate Señor con nosotros en la motocicleta”. Amen