En tu búsqueda por la intimidad relacional, recuerda que hay Alguien en quien podemos susurrar los deseos de nuestro corazón y quien nos va dar nuestro estimulo. Alguien que no va a poner en peligro nuestra integridad pero va a fortalecerla.

Si piensas que “Hablar a Dios no va a estimularme como hablar a un hombre” no te has dejado cortejar por el Creador. El mismo Dios cuyas palabras poseen el poder de formar el universo entero, desea susurrarte palabras en tu corazón hambriento que tienen el poder de emocionarte, sanarte, y llevarte a una relación de amor más profunda que nunca has imaginado posible.

Un chico puede decirte que eres atractiva, pero la Palabra de Dios dice “el Rey esta cautivado por tu belleza” (salmos 45.11). Un hombre puede decirte “Te amo” pero Dios dice “Con amor eterno te he amado; por eso te sigo con fidelidad”(Jeremías 31.3).

Tu esposo puede decirte “estoy comprometido contigo hasta que la muerte no separe” pero Dios dice “Nunca te abandonaré, o te desampararé” (Hebreos 13,5).

¿Has experimentado tales afirmaciones de parte de Dios y como te pueden sostener en tiempo de anhelo emocionales?