Un minuto con Dios

0:00

La vida humana, fuera de pocas excepciones, se encierra en dos cifras solas. La vida del mundo se expresará quizá en cinco cifras.

¿Y la eternidad? ¿Cuántas cifras representa? Vayanse añadiendo cifras desde aquí a la estrella más alejada… léase, si es posible, esa cantidad… y aun entonces, ¡qué poco nos habremos acercado a la eternidad!

¡La eternidad no tiene cifras!

La vida no es más que el prólogo del libro de la eternidad; no interesa tanto el prólogo, cuanto el libro.

Pero es cierto que el prólogo ya nos puede adelantar la idea del libro; de ahí la importancia de una vida honesta y santa.

La vida nos ha sido dada para buscar a Dios. La muerte, para encontrarlo. La eternidad, para poseerlo.
Si logro alcanzar eso, mi vida habrá sido digna de ser vivida; de otra forma la habré malgastado, la habré perdido.

“Alégrense los que a ti se acogen, alborócense por siempre; tú los proteges, en ti exultan los que aman tu Nombre” (Salmo 5, 12).

Ciertamente ha de ser motivo de alegría para ti el saber que amas el Nombre del Señor y que El te espera, a fin de recompensarte para siempre, por toda la eternidad.

Tambien podria interesarte

0 comentarios

Popular Posts