Solo tú sabes tu sufrir
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En una ocasión un hombre se encontraba muy enfermo y en peligro de morir. Los parientes y amigos fueron a saludarlo y a desearle mejoría.
Su esposa, ya muy deprimida, se vistió de luto y comenzó a llorar y a lamentarse frente a todos; los visitantes, conmovidos, comenzaron a entristecerse y la siguieron con lágrimas también.
El único que permanecía imperturbable era el enfermo. Uno de sus amigos, sorprendido, le preguntó lo siguiente:
-¿Cómo es que puedes encarar la proximidad de la muerte con tanta paz y todavía te sonríes? Nosotros –continuó- estamos tristes por la idea de que puedas dejarnos.
-Es sencillo –contestó el hombre-. Yo estoy aquí acostado mirándolos a todos cómo sufren, y se ven bastante mal.
Y me digo a mí mismo: caray, tienen tan terrible aspecto que estoy seguro que cuando el ángel de la muerte llegue se va a confundir.
Probablemente se lleve a uno de ellos y a mí me deje aquí un tiempo más.
Autor desconocido
Su esposa, ya muy deprimida, se vistió de luto y comenzó a llorar y a lamentarse frente a todos; los visitantes, conmovidos, comenzaron a entristecerse y la siguieron con lágrimas también.
El único que permanecía imperturbable era el enfermo. Uno de sus amigos, sorprendido, le preguntó lo siguiente:
-¿Cómo es que puedes encarar la proximidad de la muerte con tanta paz y todavía te sonríes? Nosotros –continuó- estamos tristes por la idea de que puedas dejarnos.
-Es sencillo –contestó el hombre-. Yo estoy aquí acostado mirándolos a todos cómo sufren, y se ven bastante mal.
Y me digo a mí mismo: caray, tienen tan terrible aspecto que estoy seguro que cuando el ángel de la muerte llegue se va a confundir.
Probablemente se lleve a uno de ellos y a mí me deje aquí un tiempo más.
Autor desconocido
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