El Sexo en el Matrimonio
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¿Es importante la relación sexual en el matrimonio?
En Génesis 1:28, Dios le dio al hombre su primer mandamiento, ¿cuál es?
28 - y los bendijo con estas palabras:
«Sean fructíferos y multiplíquense;
llenen la tierra y sométanla;
dominen a los peces del mar y a las aves del cielo,
y a todos los reptiles que se arrastran por el suelo.»
¿Qué significa la frase «una sola carne» en el pasaje Génesis 2.24?
24 Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne.
La Biblia afirma en 1 Corintios 7:2–5 que ni el marido ni la esposa tienen potestad sobre sus propios cuerpos. Esto se refiere a la unión sexual en el matrimonio.
2 pero a causa de las fornicaciones, cada uno tenga su propia mujer, y cada una tenga su propio marido.3 El marido cumpla con la mujer el deber conyugal, y asimismo la mujer con el marido.4 La mujer no tiene potestad sobre su propio cuerpo, sino el marido; ni tampoco tiene el marido potestad sobre su propio cuerpo, sino la mujer.5 No os neguéis el uno al otro, a no ser por algún tiempo de mutuo consentimiento, para ocuparos sosegadamente en la oración; y volved a juntaros en uno, para que no os tiente Satanás a causa de vuestra incontinencia.
El sexo no es todo en el matrimonio, pero muchos matrimonios se han roto por no haber tenido en cuenta la necesidad y la forma correcta de disfrutar del sexo.
En Génesis 1:28, Dios le dio al hombre su primer mandamiento, ¿cuál es?
28 - y los bendijo con estas palabras:
«Sean fructíferos y multiplíquense;
llenen la tierra y sométanla;
dominen a los peces del mar y a las aves del cielo,
y a todos los reptiles que se arrastran por el suelo.»
¿Qué significa la frase «una sola carne» en el pasaje Génesis 2.24?
24 Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne.
La Biblia afirma en 1 Corintios 7:2–5 que ni el marido ni la esposa tienen potestad sobre sus propios cuerpos. Esto se refiere a la unión sexual en el matrimonio.
2 pero a causa de las fornicaciones, cada uno tenga su propia mujer, y cada una tenga su propio marido.3 El marido cumpla con la mujer el deber conyugal, y asimismo la mujer con el marido.4 La mujer no tiene potestad sobre su propio cuerpo, sino el marido; ni tampoco tiene el marido potestad sobre su propio cuerpo, sino la mujer.5 No os neguéis el uno al otro, a no ser por algún tiempo de mutuo consentimiento, para ocuparos sosegadamente en la oración; y volved a juntaros en uno, para que no os tiente Satanás a causa de vuestra incontinencia.
El sexo no es todo en el matrimonio, pero muchos matrimonios se han roto por no haber tenido en cuenta la necesidad y la forma correcta de disfrutar del sexo.
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