La Paternidad
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La humanidad es una familia universal. (Malaquías 2:10) “¿No tenemos todos un mismo padre?” “¿No nos ha creado un mismo Dios?”
Todos formamos parte de una comunidad mundial.
Dios es padre de todos, porque es quien nos dio la vida
Esto no se contradice con lo que dice Juan en su Evangelio:
“Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre les dio potestad de ser hechos hijos de Dios”
Esto quiere decir que aunque Dios es padre de todos, solamente aquellos que cumplan con este requisito recibirán la potestad de ser hechos hijos de Dios. Algo similar a la salvación: Jesús murió por todos, pero sólo los que creen en Él serán salvos.
Podemos encontrar personas que crean y digan que Dios es su padre, y es verdad. Pero si esa persona no ha recibido a Jesucristo, no tiene la potestad de ser hecho hijo de Dios.
El Padre nunca se alejó; ha sido el hombre el que se apartó de Él renunciando a ser Su hijo.
El padre del hijo pródigo siguió siendo padre aún cuando su hijo lo abandonó. Pero él no tenía la potestad de disfrutar las bendiciones que provenían de su padre.
“¡Cuántos jornaleros en casa de mi padre tienen abundancia de pan, y yo aquí perezco de hambre!”
Todos formamos parte de una comunidad mundial.
Dios es padre de todos, porque es quien nos dio la vida
Esto no se contradice con lo que dice Juan en su Evangelio:
“Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre les dio potestad de ser hechos hijos de Dios”
Esto quiere decir que aunque Dios es padre de todos, solamente aquellos que cumplan con este requisito recibirán la potestad de ser hechos hijos de Dios. Algo similar a la salvación: Jesús murió por todos, pero sólo los que creen en Él serán salvos.
Podemos encontrar personas que crean y digan que Dios es su padre, y es verdad. Pero si esa persona no ha recibido a Jesucristo, no tiene la potestad de ser hecho hijo de Dios.
El Padre nunca se alejó; ha sido el hombre el que se apartó de Él renunciando a ser Su hijo.
El padre del hijo pródigo siguió siendo padre aún cuando su hijo lo abandonó. Pero él no tenía la potestad de disfrutar las bendiciones que provenían de su padre.
“¡Cuántos jornaleros en casa de mi padre tienen abundancia de pan, y yo aquí perezco de hambre!”
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