Un minuto con Dios

0:00

Si el hombre lleva a Dios consigo, no puede llevarlo tan oculto que no le aparezca; ese Dios íntimo, que penetra hasta lo más recóndito de su ser, debe salir a su exterior.

Y así ese Dios hará que cuando el hombre tome con­ciencia de las maravillas de su vida la convierta en una vida de maravillas.

Maravillas de gracia y de amor; maravillas dee gene­rosidad y de entrega; maravillas de donación y de ofrenda; maravillas de consagración y de comunión.

Comunión con Dios y con los demás hombres; comu­nión con la naturaleza y con todo el cosmos. Con ese cosmos exterior que los rodea y con ese cosmos íntimo que vive en su interior.

El hombre, así, se habrá convertido en un ser de pro­fundidad, de dimensiones múltiples; así llegará a ser el constructor de sí mismo y el hacedor de un nuevo mundo, de un nuevo estado de cosas, en el que reine el orden y la jerarquización de los valores.

“Confía en Yahvéh de todo corazón y no te apoyes en tu propia inteligencia; reconócele en todos tus ca­minos y El enderezará tus sendas… Porque Yahvéh reprende a aquel a quien ama, como un padre al hijo querido” (Trov, 3, 5-12).

Debes prestar atención a los planes de Dios sobre ti: descubrirlos y cumplirlos; nun­ca le arrepentirás de ponerte en las manos de Dios.

Tambien podria interesarte

0 comentarios

Popular Posts