El Hombre inexplicable
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Ha habido en el mundo muchos hombres honorables. Han causado
la admiración, el respeto, el cariño, el temor y el espanto; según el
empleo que han dado a su vida, para bien o para mal. Pero ninguno como
Cristo. Los Evangelios lo representan como produciendo admiración en
cuantos venían a estar en relación con él: sus coterráneos, las
multitudes, los discípulos, Pilato. Cristo era para ellos inexplicable, y
se maravillaban.I. Lo que ha causado maravilla en Cristo
1. Su doctrina
a. (Marcos 6:2) “…estaban atónitos… ¿Qué sabiduría es ésta que es dada…?”
b. (Mateo 7:23) “las gentes se admiraban de su doctrina.”
c. (Juan 7:46) “Nunca ha hablado hombre así como este hombre.”
Y ha seguido asombrando al mundo hasta hoy. Claridad, profundidad, elevación, sencillez, autoridad nunca igualadas.
2. Su poder
a. (Marcos 1:27) “Todos se maravillaban… con potestad manda a los espíritus inmundos y le obedecen.”
b. (Marcos 4:41) “¿Quién es éste que aun el viento y la mar le obedecen?”
c. (Marcos 2:12) “Nunca tal hemos visto.” Al curar al paralítico.
3. Su carácter
Combinación maravillosa de todas las virtudes: ternura y severidad; valor y prudencia; verdad y amor. Absoluta pureza: “¿Quién me redarguye de pecado?” “Santo, inocente, limpio, apartado de pecadores, y hecho más sublime que los cielos” (Hebreos 7:26).
4. Su muerte
Pudo evitarla (Mateo 26:53). Fue voluntaria (Juan 10:17, 18). Fue a su encuentro (Lucas 9:51). Por sus enemigos
(Romanos 5:8).
5. Su influencia en el mundo (Juan 12:19, 32, 33)
A él siguen acudiendo los hombres en busca del remedio para sus pecados, su miseria, sus dolores, sus discordias. ¡Cuán maravilloso!
II. Ha sido inexplicable para el mundo
- No fue producto de su raza. El pueblo judío es el más exclusivista del mundo.
- No fue producto de su familia. Reyes en su genealogía, pero también gentes humildes, y grandes pecadores. José y María aldeanos de Nazaret (Marcos 6:3; Mateo 13:54-56).
- No fue producto de la cultura humana: no estuvo en las escuelas de los grandes rabinos; no conoció la cultura griega; nunca salió de su tierra.
- No fue producto de su época: ese tiempo lo fue de grandes capitanes, artistas, filósofos: Cristo fue diferente de todos ellos y sin relación con ellos.
Cristo mismo es el más grande milagro del cristianismo. Nunca lo explicará la sabiduría humana.
III. La solución del enigma
La pregunta de Jesús: “¿Quién dicen los hombres que soy?” Nadie atinaba; les era inexplicable.
Pedro encontró la solución: “El Cristo, el Hijo del Dios viviente.” La solución:
- Obtenida por revelación divina.
- Aceptada por la fe.
- Comprobada por la experiencia personal.
- Acompañada de bendición. “Bienaventurado eres.” “Conocerle es vida eterna.” (Juan 17:2).

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