Sumisión de los esposos

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Ayuda idónea

Eva fue dada a Adán para ser su compañera, su ayuda idónea. "Dios no sacó a Eva del pie de Adán para ser inferior a él, ni la hizo de la cabeza para estar encima de él. La hizo del costado, para estar al mismo nivel con su marido, bajo de su brazo para gozar de su protección, y cerca de su corazón para ser amada".

Sumisión de los esposos

Esposas, sométanse a sus propios esposos como al Señor. Porque el esposo es cabeza de su esposa, así como Cristo es cabeza y salvador de la iglesia, la cual es su cuerpo. (Efesios 5:22-24)
Autoridad, no es  superioridad.
A través de los años, el concepto de sumisión se ha llevado a extremos de “sujeción”:
Mujeres que han permitido que maltraten a sus hijos debido a que se «sujetaban» a los deseos de sus esposos.
Mujeres que ni siquiera iban al mercado a comprar víveres ni hacían los quehaceres domésticos si su esposo no les daba permiso;
Mujeres que “sujetaban” sus cuerpos y mentes a horribles perversiones sexuales debido a que eso era lo que sus esposos querían.
Vamos a aclarar esto:
Dios no nos pide que coloquemos a nuestras familias, en situaciones de riesgo para demostrar sumisión; por ejemplo un marido que le prohíbe a su esposa llevar a sus niños al médico o que tomen medicamentos, por no contradecir su fe.
Él no nos pide que anulemos nuestra mente, nuestro sentido común para demostrar sumisión  a un pariente que pretende gobernar nuestro hogar.
Dios creó el sexo en el matrimonio para disfrutarlo, tener hijos,  y alcanzar satisfacción mutua. Tiene que haber un acuerdo mutuo  entre el esposo y esposa; se deben respetar los impedimentos transitorios de una de las partes.
No tenemos que recurrir ni aceptar perversiones, ni excesos propios de conductas lujuriosas.

¿Cuál es la definición bíblica de sumisión?
Someteos: Saber ubicarse,  en una relación determinada, bajo la dirección de Dios.
Por eso la Palabra nos da una referencia: “como al Señor”
En este caso, dentro del matrimonio:
Para el hombre es: saber  y obedecer lo que la Palabra de Dios manda al esposo.
Para la mujer es: exactamente lo mismo, pero  como esposa.

Por lo  general, los hombres no colocan detrás a las mujeres,  en los tratos de caballerosidad. Pero a la esposa se le pide específicamente que acepte la dirección de su marido, porque él está a su vez bajo la dirección de la cabeza que es Cristo.
Lean estos otros versículos sobre el tema de la sumisión.         
(1 Corintios 11:8-12 -  Efesios 5:22-24   - Hebreos 13:17  - 1 Pedro 5:5)

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