Un feroz incendio dejó a más de 7.000 familias sin hogar en un pueblo pobre de Manila. Dos personas fallecieron en la tragedia y muchos de los residentes trataron de salvar sus pertenencias, pero no pudieron lograrlo.

Varios habitantes improvisaron tiendas con cartones y sábanas en el sitio donde sus casas solían estar, a pesar de las condiciones a las que se exponen.

Olive Garduque, una de las víctimas de la tragedia, se preocupa por la salud de sus cuatro hijos. "Ellos se enferman constantemente por el cambio de clima. Pero yo no puedo hacer nada, nuestra casa se fue para siempre y no sé hasta cuando podemos vivir así", dice Olive.

Ella y el resto de las víctimas pasan su día haciendo filas para recibir bienes de diferentes organizaciones y políticos, mientras los más pequeños buscan materiales entre los escombros del fuego para vender y ganar dinero.

Operación Bendición

En una crisis como ésta, la organización humanitaria Operación Bendición cree que la intervención divina es necesaria, razón por la cual se unió con la iglesia local para levantar espiritualmente a las víctimas.

“Inicialmente, Operación Bendición ha dado comida, ropa usada, agua embotellada y alfombras. Aconsejamos a las víctimas y oramos por ellos", explica Mayla Malana, coordinadora de Operación Bendición.

Al contrario de otras operaciones de rescate hechas en las calles, Olive y otros se sientan cómodamente dentro de la iglesia ‘Jesús es Señor’ y escuchan al pastor compartir el evangelio.

Todos tienen la oportunidad de orar para recibir a Jesucristo como su Señor y Salvador. Es como un oasis físico y espiritual para ellos, que por sólo unos minutos pueden dar sus cargas a Dios.

Ayuda para salir adelante

Olive regresa donde sus hijos con bienes, ropa limpia y llena de esperanza. “No me puedo quejar con Dios. Estoy muy agradecida que todos estamos vivos. Aún estamos juntos. Me gustaría agradecerle a Operación Bendición por la ayuda que nos dió, significa mucho para nosotros” añade .

Otro de los logros en medio de la zona del desastre fue la instalación de una estación de agua limpia para proveer agua potable gratuita, ya que debían pagar por ella para obtenerla.

El Departamento de Bienestar Social dice que tomará varios meses antes que la situación de las víctimas vuelva a la normalidad. Por eso Operación Bendición continuará proveyendo consejería, víveres y conduciendo programas alimenticios para las víctimas del incendio.