Uno no esperaría un operativo antidrogas en una iglesia católica, pero en México sucedió cuando la Policía Federal arrestó a un hombre, sospechoso de pertenecer a la cúpula de una de las organizaciones criminales más violentas del país: “La Familia”.

Según las autoridades, la familia destruye a quien se interponga en sus actividades para enviar drogas sintéticas a los Estados Unidos.

La diferencia entre este cartel y los demás es el uso de su propia versión de la religión y de la fe, como una forma de controlar a sus miembros y también para limpiar sus crímenes.

“La utilización de valores con conceptos religiosos está apareciendo como algo nuevo en México, no es nuevo en cuanto al uso del terrorismo”, expresó Pablo Monzalbo, quien es experto en seguridad pública y ha dirigido varios cuerpos policiales en México. Para él, la organización está buscando un mayor nivel de compromiso de sus miembros.

“Cuando se reclama un valor de adoctrinamiento, no solo ideológico, sino religioso, con esto se está llegando a las fibras más íntimas del corazón”, dijo el experto.

Eso podría explicar el nivel de violencia de “La Familia”, la policía ha captado fuertes imágenes durante los allanamientos en una casa de seguridad de la organización.

La policía los llama asesinos, pero en unos rótulos, encontrados en algunas de las escenas de sus crímenes, ellos aseguran estar ejecutando la justicia divina.
Quizás por eso sus miembros no tienen reparos en decirle a la policía lo que hacen para el cartel.

Los inocentes pagan el precio más alto. Hace un año, ocho personas murieron y alrededor de cien resultaron heridas durante un ataque con granadas, el día de la celebración del grito de independencia. “La Familia” niega cualquier vínculo con el atentado y culpa a sus enemigos.

El secretario de turismo del Estado se encontraba en el sitio de la explosión, pero salió ileso. Para él, este evento hizo que el terrorismo dejara de ser solo algo que la gente ve en las noticias.

“Fue un golpe muy duro para el país yo creo que para todo Latinoamérica, el hecho de que haya un atentado terrorista la noche que celebramos el 15 de setiembre, pues nos duele mucho por la sociedad”, expresó el secretario de turismo.

Irónicamente, esa es la gente a la que “La Familia” dice proteger. Ellos prohíben la venta de drogas sintéticas en Michoacán, supuestamente para proteger a la juventud.

La policía encontró un documento durante una de sus investigaciones, en él, el jefe del cartel explica su fe con frases como estas: “Es en tu corazón donde mora la gracia de Dios. Es tanto my dolor que ya no quisiera vivir más, le pido a Dios que me de fuerzas”.

Los pastores locales mantienen su distancia. Ellos creen que hay una gran diferencia entre el Dios del cartel y el Dios de la Biblia.

“En esta región de nuestro país el 99% de la población dice creer en Cristo o ser cristiano, pero aquí la pregunta es ¿En qué Dios estás creyendo?, porque los denomios también creen en Dios, pero no se ven los resultados”, expresó un pastor de la zona.

Aún así, la iglesia está pagando un precio. El pastor Fernando Delgado considera que estos son días difíciles para el evangelio.

“Algunos pastores han recibido amenazas, por error el hijo de un pastor fue secuestrado, gracias a Dios lo soltaron rápido, si se ha visto afectada la propogación del evengelio, pero esto no nos detiene”, expresó Delgado.

Este año, México celebrará doscientos años de la revolución de independencia. Hoy, la batalla es contra una amenaza interna.