Rebeldes musulmanes estudian Biblia con quienes perseguían

19:11

Filipinas no sólo ha sido lugar de catástrofes naturales en los últimos tiempos. En el sur de este archipiélago los habitantes están siendo testigos de una reconciliación que ha transformado la vida de muchos.

Shirlyn Macasarte recuerda el día que fue atacada por más de cincuenta hombres armados en una remota área musulmana al sur de las Filipinas. “Cincuenta musulmanes con potentes armas apuntaban hacia mi carro. Abracé mi Biblia y oré al Señor, me sometí a Dios y dije, ‘Señor si este es mi tiempo, que se haga tu voluntad, sólo cuida a mis hijos y mi familia’. pero resultó que Dios me salvó”, recordó Macasarte.

Como enfermera y trabajadora social, Shirlyn supo que había sido confundida por otra. Sus atacantes pertenecían al “Frente Moro de Liberación Islámica”, buscaban a un líder que había formado una facción de ese mismo grupo.

Shirlyn sobrevivió milagrosamente al ataque aunque conserva unos diez pedazos de bala cerca de su columna, cabeza y otras partes del cuerpo. Sus hermanos la vieron sufrir y juraron vengarse, pero ella les rogó que perdonaran. Ahora una iglesia cristiana, llamada Ciudad de Alabanza, está recogiendo frutos de ese perdón.

Aunque parezca increíble, dos ex líderes rebeldes: el comandante “Spider” y el general Abdala Omar, asistieron al servicio dominical de la congregación. Su grupo, “El Frente Moro de Liberación Nacional”, empezó a luchar contra los soldados de gobierno en los años setentas. Pero todo cambió cuando el pastor Pablo Abraham y unos misioneros americanos celebraron un festival de sanidad en su campamento.

“Nunca dejaban entrar cristianos a su comunidad, los mataban. Pero nos dieron permiso de entrar a la comunidad. Así que recibieron la visión, se les predicó la palabra, la vida de Jesús, su muerte y resurrección, la vida eterna y la vida en su plenitud”, comenta el pastor de la iglesia Ciudad de Alabanza.

Cuando estos soldados musulmanes empezaron a estudiar la Biblia, comprendieron que Jesús, es la única fuente de paz.

En el campamento donde los guerilleros musulmanes solían entrenar para la guerra, hoy en día solo queda el recuerdo, ya que este grupo separatista musulmán se ha dedicado a usar medios pacíficos para conseguir unidad y orden en la región.

Parte de los esfuerzos de paz es proveer empleo a los guerrilleros musulmanes convertidos. Según el pastor Pablo, esa es una mejor forma de Yihad (o guerra santa), en vez de luchar con armas, expresan el amor de Dios hacia los demás.

Por su parte, el comandante “Spider” ahora agradece a los cristianos por ayudarle a reconstuir su vida. “Estamos dedicados a traer cambio. Dejamos las armas porque nuestra meta es que cristianos y musulmanes vivan juntos en paz”.

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