Un mensaje de Dios para el hombre
8:55
Estamos en el sexto día de la evolución del espíritu del hombre.
Los siete días de la creación que vimos en el libro del Génesis, representan las etapas por las cuales tiene que pasar el espíritu del hombre antes de alcanzar su perfección.-
Cada día, representa una etapa distinta de la manifestación del alma del hombre.
Cada uno de estos días, tiene una duración incalculable, ya que son días de Dios, medidos fuera de tiempo y espacio.-
El séptimo día, que es el señalado como el día de reposo, donde dice que Dios reposó de su obra, representa el momento en que se cumplió toda la evolución del hombre, como Dios lo concibió: "idealmente perfecto".- Pero antes de entrar en el reposo, que simbólicamente señala la Biblia, hay que eliminar las ataduras de las etapas anteriores; hay que completar "la semana evolutiva de la conducta humana", con los aciertos y los fracasos de cada día.-
De esta forma, durante los años de mi búsqueda, varias preguntas han ido llegando a mi mente como si me fueran transmitidas por una fuerza imperativa de potencia inexpresable; haciéndomelas a mí, y de la misma manera para hacerlas a todos los hombres, que como yo lo sientan.-
He aquí esas preguntas:
Los siete días de la creación que vimos en el libro del Génesis, representan las etapas por las cuales tiene que pasar el espíritu del hombre antes de alcanzar su perfección.-
Cada día, representa una etapa distinta de la manifestación del alma del hombre.
Cada uno de estos días, tiene una duración incalculable, ya que son días de Dios, medidos fuera de tiempo y espacio.-
El séptimo día, que es el señalado como el día de reposo, donde dice que Dios reposó de su obra, representa el momento en que se cumplió toda la evolución del hombre, como Dios lo concibió: "idealmente perfecto".- Pero antes de entrar en el reposo, que simbólicamente señala la Biblia, hay que eliminar las ataduras de las etapas anteriores; hay que completar "la semana evolutiva de la conducta humana", con los aciertos y los fracasos de cada día.-
De esta forma, durante los años de mi búsqueda, varias preguntas han ido llegando a mi mente como si me fueran transmitidas por una fuerza imperativa de potencia inexpresable; haciéndomelas a mí, y de la misma manera para hacerlas a todos los hombres, que como yo lo sientan.-
He aquí esas preguntas:
- ¿Hasta cuando el hombre va a pretender que tiene algo que ofrecerle a Dios?.-
- ¿Acaso pretende el hombre dictarle a su creador las normas que Éste debe seguir, encerrándolo en un marco determinado por lo que él llama "Mi religión"?.-
- ¿Qué es el hombre comparado con el Universo que le rodea?
Después de esas preguntas vinieron, poco a poco, estas respuestas; que aunque parezcan pretenciosas, ya que están formuladas como mandatos, las he recibido así y de esta forma las estoy expresando:
1.- Basta ya de disfraces y poses beatíficas, de externa apariencia.-
2.- Basta ya de ofrendas, y cultos, y frases afectadas de santidad.-
3.- No es el culto, ni el rito, ni la ofrenda material lo que eleva al hombre a su condición de "santo" ante Dios.-
4.- Abandone el hombre la pretensión de creer que Dios está en una sola religión determinada.-
5.- Es preciso que haya una unidad de la fe entre todos los hombres por medio de sus conciencias.-
6.- Mientras existan cientos de filosofías y sectas religiosas disputándose el gobierno de la verdad, la unidad de la fe no puede producirse.-
7.- Abandone el hombre la ilusión de creer que SU religión es la única y verdadera.-
8.-Las religiones cumplieron su encomienda hasta estos momentos, despertando la conciencia del hombre a la existencia de un solo Dios para todos, y de hacerles comprender los errores de su conducta llamando pecado a todo lo que se proclamó por medio de los mandamientos, y que hoy es ya común a todas ellas.-
9.- Ha llegado el momento de depurar todas las formas religiosas, que quieran dividir al hombre en tendencias o credos.-
La única división que se debe manifestar, y eso, por un tiempo definido por Dios, es la de los misericordiosos, y la de los inmisericordes.-
10.- Todas las religiones tienen diversos tipos de hombres en sus filas, y las hay también de las que arrastran a sus fieles a las luchas entre sí, sin detenerse a pensar que "todos", sin excepción, procedemos del mismo Padre, "sin distinción de clase alguna".-
11.- Olvide el hombre los cultos sectarios y formas de alabar a Dios "exclusivas". Esto es lo que crea las diferencias entre las religiones.- En el fondo de todas ellas, está el mensaje de Dios. Escrito para todos los fieles, en una sola frase invariable: AMARÁS A TU PRÓJIMO COMO A TI MISMO.-
12.- Para Dios: vale lo mismo un judío que un cristiano, así como un musulmán, o un hindú; un negro, un blanco, un indio, o cualquier otra denominación que separe al hombre dentro de una secta, y le prive de amar a su prójimo, porque no pertenezca a esa secta, o a esa raza, o porque alabe a Dios de una manera diferente a como él lo hace.-
13.- Analícense unos a otros por su condición interna, y acojan a todos los semejantes como una manifestación de Dios; a unos para compartir con ellos sus bondades, y a los otros para tratar de darles, en la medida de las probabilidades, y las posibilidades, un ejemplo de amor y de fe que le haga desistir de su conducta errónea.-
14.- Ámense blancos, negros, judíos, cristianos, musulmanes, etc., en fin, unos a otros por lo que tengan en común con relación al amor que Dios manifiesta por medio de la conducta de sus elegidos.
Abandonen sus pretensiones de "elegidos", porque Dios no hace distinción de sus criaturas, puesto que Él los creó a todos como obra suya deleitosa.-
15.- Ámense Ios miembros de todas las razas y clases sociales por la ascendencia común que todos tienen del padre original que los concibió con la misma naturaleza santa. Júntense por la condición fraternal que Dios estableció en todos los hombres para que se amasen en Su nombre, considerando que las diferencias externas son temporales, y que, al final, todos comparecen ante el mismo juez.-
16.- Ámense en fin todos los hombres sin dejarse influenciar por las apariencias engañosas de la carne.
17.- La unidad de los hombres debe hacerse en el espíritu, que es donde cuenta ante Dios y ante los hombres.-
18.- Borren de su mente todas las afiliaciones religiosas, políticas, filosóficas, o de cualquier otra naturaleza que pretenda dividirlos en clases o credos, y emprendan la labor unificadora del espíritu de los hombres bajo una sola bandera: La bandera del amor y la paz en la tierra para todos los hombres de buena voluntad.-
19.- Cambien las iglesias y templos en escuelas del espíritu para crecimiento del amor. No se erijan altares para aprender la forma intelectual en que mejor puedan competir los unos con los otros, ignorando los menos capacitados, o los menos afortunados, sino como brazos amorosos para entender las palabras que vienen de Dios para el hombre.- Es inútil pretender ofrendar a Dios algo material, esperando que ello pueda hacer que la conciencia del hombre se eleve a la verdadera condición del espíritu, ya que Dios solo reclama del hombre, la pureza de su alma como ofrenda definitiva.-
20.- La pobreza del hombre, no se mide por los bienes materiales que éste carezca; sino por la escasez de conciencia, que le hace vivir una vida miserable y llena de rencores y odios, aunque posea bienes materiales incalculables, sin entender por qué le sucede esto.-
21.- Comprenda el hombre que todo cuanto él obtiene proviene de Su creador.
22.- No tema despreciar las ganancias engañosas por considerarlas necesarias para subsistir, porque Dios otorga todo lo que SU creación necesita.-
23.- Aférrese el hombre a su fe, como única esperanza de vida, donde ora mucho, ora poco, todo cuanto éste obtenga sea con gozo y conformidad, como nacido de un espíritu acorde con la voluntad y deseo de Dios.-
24.- Que dediquen el esfuerzo de sus fieles a romper las barreras que separan a unos de otros por algo, tan sin sentido, como la práctica de una liturgia, un culto, o una forma particular de alabar a Dios, ya que eso no es lo que edifica el espíritu del hombre, que solo se eleva hacia Dios por medio de una condición amorosa hacia sus semejantes, que en definitiva son Su Creación.
Este mensaje debe ser transmitido a todos los que quieren buscar a Dios desde el fondo de sus corazones. Todas las religiones, sectas, clases sociales, filosofías, razas, credos, Etc., rectifiquen las prácticas que hasta el presente siguen.
En el fondo de nuestros corazones, sabemos que Dios no necesita nada de nadie.
Elimínese la discordia, que sí rompe los predicados de Su voluntad.-
Si algunos fieles deciden seguir sus prácticas como hasta el presente lo hacen, que lo hagan para calmar sus temores, pero es necesario que tengan la certeza y la consideración de que "nada vale ante Dios lo que el hombre le diga a su Creador", sino que sólo debe escuchar y practicar lo que de ÉL viene hacia el hombre.-
Que sepa el hombre que ninguna ofrenda religiosa es capaz de cambiar su conciencia, mas que la determinación firme de enmendar la actitud inconsciente.
El hombre, en su estado animal, inconsciente, llega a ser egoísta y cobarde.
Esto le hace pensar que si no vive mintiendo, no puede lograr sus planes.
Piensa que si no combate contra su prójimo, que si no es duro, y aprovecha las ventajas que pueda obtener sobre los demás no va a salir adelante.-
Dudar de la justicia de Dios, que brinda la felicidad y la paz, es desconocer que la balanza divina se manifiesta sólo a los que están atentos al orden universal de su equilibrio invariable.-
Por último solo me falta pedir que este mensaje, hecho con amor, no sirva para sembrar nuevas discordias entre los movidos por el mismo.
No quisiera imponer a otros estas declaraciones, ya que esto solo serviría para crear una nueva secta con nuevas e interminables divisiones.-
Quiero pedir que, si lo consideran apropiado, transmitan este mensaje a otros con la esperanza de que llegue el día en que se haga realidad la promesa de la unidad de la fe.-
Así mismo pido a Dios que me dé la fuerza y el coraje para llevar este mensaje hasta las últimas consecuencias.-
Tengo presente ante mí las palabras de la Biblia:
EL SEÑOR UNO SOLO ES"
Estas palabras de la Biblia resumen la razón, el principio y el fin de todas las escrituras.
No hay un Dios para los judíos, otro para todos los cristianos y sus múltiples sectas, uno para los musulmanes, otro para los Budistas etc.
Hay un solo Dios para todas las religiones, y es el mismo.
Y el otro segmento que concilia todas las partes en una sola frase dice:
AMARÁS A TU PRÓJIMO COMO A TI MISMO
Con estos dos predicados, todo queda resumido.
Manos a la obra.
Seamos todos miembros de un mismo cuerpo que concilie toda disgregación para ser todos UNO como UNO es Dios.
Gracias, Dios NUESTRO por haberme dado la fuerza y la fe para hacer esta declaración.
1.- Basta ya de disfraces y poses beatíficas, de externa apariencia.-
2.- Basta ya de ofrendas, y cultos, y frases afectadas de santidad.-
3.- No es el culto, ni el rito, ni la ofrenda material lo que eleva al hombre a su condición de "santo" ante Dios.-
4.- Abandone el hombre la pretensión de creer que Dios está en una sola religión determinada.-
5.- Es preciso que haya una unidad de la fe entre todos los hombres por medio de sus conciencias.-
6.- Mientras existan cientos de filosofías y sectas religiosas disputándose el gobierno de la verdad, la unidad de la fe no puede producirse.-
7.- Abandone el hombre la ilusión de creer que SU religión es la única y verdadera.-
8.-Las religiones cumplieron su encomienda hasta estos momentos, despertando la conciencia del hombre a la existencia de un solo Dios para todos, y de hacerles comprender los errores de su conducta llamando pecado a todo lo que se proclamó por medio de los mandamientos, y que hoy es ya común a todas ellas.-
9.- Ha llegado el momento de depurar todas las formas religiosas, que quieran dividir al hombre en tendencias o credos.-
La única división que se debe manifestar, y eso, por un tiempo definido por Dios, es la de los misericordiosos, y la de los inmisericordes.-
10.- Todas las religiones tienen diversos tipos de hombres en sus filas, y las hay también de las que arrastran a sus fieles a las luchas entre sí, sin detenerse a pensar que "todos", sin excepción, procedemos del mismo Padre, "sin distinción de clase alguna".-
11.- Olvide el hombre los cultos sectarios y formas de alabar a Dios "exclusivas". Esto es lo que crea las diferencias entre las religiones.- En el fondo de todas ellas, está el mensaje de Dios. Escrito para todos los fieles, en una sola frase invariable: AMARÁS A TU PRÓJIMO COMO A TI MISMO.-
12.- Para Dios: vale lo mismo un judío que un cristiano, así como un musulmán, o un hindú; un negro, un blanco, un indio, o cualquier otra denominación que separe al hombre dentro de una secta, y le prive de amar a su prójimo, porque no pertenezca a esa secta, o a esa raza, o porque alabe a Dios de una manera diferente a como él lo hace.-
13.- Analícense unos a otros por su condición interna, y acojan a todos los semejantes como una manifestación de Dios; a unos para compartir con ellos sus bondades, y a los otros para tratar de darles, en la medida de las probabilidades, y las posibilidades, un ejemplo de amor y de fe que le haga desistir de su conducta errónea.-
14.- Ámense blancos, negros, judíos, cristianos, musulmanes, etc., en fin, unos a otros por lo que tengan en común con relación al amor que Dios manifiesta por medio de la conducta de sus elegidos.
Abandonen sus pretensiones de "elegidos", porque Dios no hace distinción de sus criaturas, puesto que Él los creó a todos como obra suya deleitosa.-
15.- Ámense Ios miembros de todas las razas y clases sociales por la ascendencia común que todos tienen del padre original que los concibió con la misma naturaleza santa. Júntense por la condición fraternal que Dios estableció en todos los hombres para que se amasen en Su nombre, considerando que las diferencias externas son temporales, y que, al final, todos comparecen ante el mismo juez.-
16.- Ámense en fin todos los hombres sin dejarse influenciar por las apariencias engañosas de la carne.
17.- La unidad de los hombres debe hacerse en el espíritu, que es donde cuenta ante Dios y ante los hombres.-
18.- Borren de su mente todas las afiliaciones religiosas, políticas, filosóficas, o de cualquier otra naturaleza que pretenda dividirlos en clases o credos, y emprendan la labor unificadora del espíritu de los hombres bajo una sola bandera: La bandera del amor y la paz en la tierra para todos los hombres de buena voluntad.-
19.- Cambien las iglesias y templos en escuelas del espíritu para crecimiento del amor. No se erijan altares para aprender la forma intelectual en que mejor puedan competir los unos con los otros, ignorando los menos capacitados, o los menos afortunados, sino como brazos amorosos para entender las palabras que vienen de Dios para el hombre.- Es inútil pretender ofrendar a Dios algo material, esperando que ello pueda hacer que la conciencia del hombre se eleve a la verdadera condición del espíritu, ya que Dios solo reclama del hombre, la pureza de su alma como ofrenda definitiva.-
20.- La pobreza del hombre, no se mide por los bienes materiales que éste carezca; sino por la escasez de conciencia, que le hace vivir una vida miserable y llena de rencores y odios, aunque posea bienes materiales incalculables, sin entender por qué le sucede esto.-
21.- Comprenda el hombre que todo cuanto él obtiene proviene de Su creador.
22.- No tema despreciar las ganancias engañosas por considerarlas necesarias para subsistir, porque Dios otorga todo lo que SU creación necesita.-
23.- Aférrese el hombre a su fe, como única esperanza de vida, donde ora mucho, ora poco, todo cuanto éste obtenga sea con gozo y conformidad, como nacido de un espíritu acorde con la voluntad y deseo de Dios.-
24.- Que dediquen el esfuerzo de sus fieles a romper las barreras que separan a unos de otros por algo, tan sin sentido, como la práctica de una liturgia, un culto, o una forma particular de alabar a Dios, ya que eso no es lo que edifica el espíritu del hombre, que solo se eleva hacia Dios por medio de una condición amorosa hacia sus semejantes, que en definitiva son Su Creación.
Este mensaje debe ser transmitido a todos los que quieren buscar a Dios desde el fondo de sus corazones. Todas las religiones, sectas, clases sociales, filosofías, razas, credos, Etc., rectifiquen las prácticas que hasta el presente siguen.
En el fondo de nuestros corazones, sabemos que Dios no necesita nada de nadie.
Elimínese la discordia, que sí rompe los predicados de Su voluntad.-
Si algunos fieles deciden seguir sus prácticas como hasta el presente lo hacen, que lo hagan para calmar sus temores, pero es necesario que tengan la certeza y la consideración de que "nada vale ante Dios lo que el hombre le diga a su Creador", sino que sólo debe escuchar y practicar lo que de ÉL viene hacia el hombre.-
Que sepa el hombre que ninguna ofrenda religiosa es capaz de cambiar su conciencia, mas que la determinación firme de enmendar la actitud inconsciente.
El hombre, en su estado animal, inconsciente, llega a ser egoísta y cobarde.
Esto le hace pensar que si no vive mintiendo, no puede lograr sus planes.
Piensa que si no combate contra su prójimo, que si no es duro, y aprovecha las ventajas que pueda obtener sobre los demás no va a salir adelante.-
Dudar de la justicia de Dios, que brinda la felicidad y la paz, es desconocer que la balanza divina se manifiesta sólo a los que están atentos al orden universal de su equilibrio invariable.-
Por último solo me falta pedir que este mensaje, hecho con amor, no sirva para sembrar nuevas discordias entre los movidos por el mismo.
No quisiera imponer a otros estas declaraciones, ya que esto solo serviría para crear una nueva secta con nuevas e interminables divisiones.-
Quiero pedir que, si lo consideran apropiado, transmitan este mensaje a otros con la esperanza de que llegue el día en que se haga realidad la promesa de la unidad de la fe.-
Así mismo pido a Dios que me dé la fuerza y el coraje para llevar este mensaje hasta las últimas consecuencias.-
Tengo presente ante mí las palabras de la Biblia:
EL SEÑOR UNO SOLO ES"
Estas palabras de la Biblia resumen la razón, el principio y el fin de todas las escrituras.
No hay un Dios para los judíos, otro para todos los cristianos y sus múltiples sectas, uno para los musulmanes, otro para los Budistas etc.
Hay un solo Dios para todas las religiones, y es el mismo.
Y el otro segmento que concilia todas las partes en una sola frase dice:
AMARÁS A TU PRÓJIMO COMO A TI MISMO
Con estos dos predicados, todo queda resumido.
Manos a la obra.
Seamos todos miembros de un mismo cuerpo que concilie toda disgregación para ser todos UNO como UNO es Dios.
Gracias, Dios NUESTRO por haberme dado la fuerza y la fe para hacer esta declaración.
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