En la tercera jerarquía están los Principados, que protegen las naciones, las ciudades, los continentes, reyes y príncipes, Jefes de Estado o presidentes de naciones. Cada nación tiene su Principado protector y la lista sería innumerable por su inmensa clasificación. Bajo los Principados están los Arcángeles, los auténticos mensajeros, que en nombre de la divinidad anuncian acontecimientos importantes, como por ejemplo el arcángel San Gabriel, que fue el encargado de visitar a María para anunciarle el gran misterio de la Encarnación, con aquellas sublimes palabras del "Ángelus Domini, nuntiavit Mariæ. ...

Y en tercer lugar están los Angeles, que aún siendo los más humildes, son los más conocidos, ellos están más cerca de nosotros, cada uno tenemos el nuestro, y en algunas tradiciones se los conoce por el Ángel de la Túnica, el Ángel Custodio, o el Ángel de la Guarda.