El Jazz es sinónimo de libertad y Cristo lo es en sí mismo. ¿Qué mejor forma de celebrar a Dios en nuestras vidas que a través de esta música? Así lo demostraron los adoradores de la orquesta  cristiana de jazz de la Escuela Ministerial de Músico y Adoradores Judá en dos noches llenas de pasión y música con un objetivo: agradar a Dios.

Las  presentaciones del “Jazz Christ” de la mano de la banda que consta de 15 músicos y dos vocalistas poco tienen que envidiarle a cualquier otra secular, pues sin dudas  este ministerio ha sentado un precedente musical desde que hace 4 años cuando iniciara este proyecto.

En esta edición los adoradores retomaron nuestras raíces pues la velada estuvo impregnada de ritmos caribeños fusionados al estilo jazz. No faltó una mangulina jazziada, un “mix” de música country, samba y pambiche como en el himno “Hay Poder”, una  salsa jazz o un smooth Jazz como en “Vida eterna”.

Invitados
Otros músicos se unieron al concierto como Ramón Orlando y Caonex Peguero quienes se dieron cita la noche del viernes y el saxofonista Sandy Gabriel y el tecladista y vocalista Rando Camasta que estuvieron ambas noches.

 El escenario del salón La Fiesta del hotel Jaragua y el público que no sólo era cristiano fue testigo del calibre de las doce piezas musicales que fueron interpretadas casi todas de la autoría de la familia Reynoso quienes idearon el Jazz Christ.

Cada año la entrega queda plasmada en un DVD y un CD. La producción cuenta con 15 temas, entre los que se destacan “En su tiempo”, “A mi favor”, “Kompa”, “Como podré estar triste” y “Una plegaria”.