Culto típico de una iglesia cristiana
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Apertura
Un culto típico cristiano usualmente empezará con oraciones y lecturas bíblicas. Las aperturas varían un poco de iglesia a iglesia. Por ejemplo, la lectura bíblica que se lee al principio puede ser o un llamado a la adoración, como lo es el Salmo 150, o puede ser un pasaje que complemente el tema del servicio o del sermón. Es raro asistir a un culto donde no haya una oración para dedicar el tiempo que los hermanos están al punto de pasar juntos.
Adoración
La razón principal por la cual el cristiano va a la iglesia cada semana es para adorar y alabar a Dios. La adoración en una iglesia toma su forma dependiendo de la personalidad de esa congregación. Las más litúrgicas tendrán un coro tradicional, otras más contemporáneas tendrán guitarras, tamboras y güiras. Mientras unas iglesias tienen una forma más tranquila de adorar, otras animan a que las personas salten y dancen.
Participación de niños y jóvenes
En el programa de algunos servicios se les deja un espacio para que los niños y jóvenes compartan un poco sobre lo que están aprendiendo en la escuela dominical o participan con una canción o lectura bíblica. Estas partes del culto siempre son muy alegres y ponen énfasis en la importancia de que la familia se acostumbre ir a la iglesia junta.
Diezmos con alegría
Parte de la adoración a Dios es traer los diezmos y las ofrendas con alegría. Esta es una forma de dar gracias por las provisiones. Los diezmos y las ofrendas se usan para fundar proyectos misioneros y para desarrollar programas dentro de la iglesia. También se usan para los gastos de mantener un ministerio. Una iglesia saludable provee un reporte anual a la congregación y tiene un comité de finanzas dispuesto a conversar con los miembros de la iglesia sobre sus contribuciones.
Sermon
Cada semana el ministro principal, o uno de los ministros asistentes, traen un mensaje a la congregación de parte de Dios. El propósito del mensaje es dar a conocer el evangelio a las personas que aún no han aceptado a Jesús en sus corazones. Los miembros de la iglesia que ya tienen una relación con Dios encuentran palabras de ánimo y corrección personal en el sermón.
Llamado al altar
Usualmente el culto termina con uno de los ministros invitando a la congregación a que pase al altar. Las razones por la cual esto sucede pueden variar cada semana. Casi siempre la invitación es para aquellos que quieren aceptar a Jesús como su señor y salvador personal, o se quieren reconciliar con Dios. En otras ocasiones el llamado es un momento de reflexión propia. También las oraciones de sanidad y liberación toman lugar durante este tiempo.
El punto es que cada persona que valla a un servicio cristiano, salga de ahí diferente a como llego-más fortalecido, más en paz, más confiado en Dios.
Un culto típico cristiano usualmente empezará con oraciones y lecturas bíblicas. Las aperturas varían un poco de iglesia a iglesia. Por ejemplo, la lectura bíblica que se lee al principio puede ser o un llamado a la adoración, como lo es el Salmo 150, o puede ser un pasaje que complemente el tema del servicio o del sermón. Es raro asistir a un culto donde no haya una oración para dedicar el tiempo que los hermanos están al punto de pasar juntos.
Adoración
La razón principal por la cual el cristiano va a la iglesia cada semana es para adorar y alabar a Dios. La adoración en una iglesia toma su forma dependiendo de la personalidad de esa congregación. Las más litúrgicas tendrán un coro tradicional, otras más contemporáneas tendrán guitarras, tamboras y güiras. Mientras unas iglesias tienen una forma más tranquila de adorar, otras animan a que las personas salten y dancen.
Participación de niños y jóvenes
En el programa de algunos servicios se les deja un espacio para que los niños y jóvenes compartan un poco sobre lo que están aprendiendo en la escuela dominical o participan con una canción o lectura bíblica. Estas partes del culto siempre son muy alegres y ponen énfasis en la importancia de que la familia se acostumbre ir a la iglesia junta.
Diezmos con alegría
Parte de la adoración a Dios es traer los diezmos y las ofrendas con alegría. Esta es una forma de dar gracias por las provisiones. Los diezmos y las ofrendas se usan para fundar proyectos misioneros y para desarrollar programas dentro de la iglesia. También se usan para los gastos de mantener un ministerio. Una iglesia saludable provee un reporte anual a la congregación y tiene un comité de finanzas dispuesto a conversar con los miembros de la iglesia sobre sus contribuciones.
Sermon
Cada semana el ministro principal, o uno de los ministros asistentes, traen un mensaje a la congregación de parte de Dios. El propósito del mensaje es dar a conocer el evangelio a las personas que aún no han aceptado a Jesús en sus corazones. Los miembros de la iglesia que ya tienen una relación con Dios encuentran palabras de ánimo y corrección personal en el sermón.
Llamado al altar
Usualmente el culto termina con uno de los ministros invitando a la congregación a que pase al altar. Las razones por la cual esto sucede pueden variar cada semana. Casi siempre la invitación es para aquellos que quieren aceptar a Jesús como su señor y salvador personal, o se quieren reconciliar con Dios. En otras ocasiones el llamado es un momento de reflexión propia. También las oraciones de sanidad y liberación toman lugar durante este tiempo.
El punto es que cada persona que valla a un servicio cristiano, salga de ahí diferente a como llego-más fortalecido, más en paz, más confiado en Dios.
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