Jesús Adrián Romero “sopla vida” en el Olímpico
10:53
El cantautor cristiano Jesús Adrián Romero “sopló vida y aliento” en
el Estadio Olímpico Félix Sánchez, en una noche de conexión con Dios,
adoración, alabanzas, anécdotas, enseñanzas y predicación.
A las 9:20 p. m. en las dos pantallas gigantes colocadas en cada esquina de la tarima se visualizó al artista mexicano caminando por unos pasillos a espaldas de las cámaras, mientras se le escuchaba explicar el significado de su canción “Soplando vida”, su más reciente producción y tema con el que al subir al escenario inició su concierto y arrancó la ovación del público.
Tras lograr el murmullo del público y la ovación, siguió con los temas “El aire de tu casa”, “Fue por mí”, y “El brillo de mis ojos”.
Vestido con un saco gris oscuro, pantalón negro, y t-shirt blanco, Romero manifestó que para vivir no se necesitan muchas cosas, solo el amor de Dios, el de la familia y el de los hijos. De esta manera inició la canción “No necesito mucho”.
Un iPad en un pedestal, al lado un micrófono, una banqueta para sentarse; detrás una botella con agua, su banda compuesta por seis músicos, y al fondo ocho pantallas medianas que mostraban efectos especiales, un escenario con luces y un sonido impecable, fueron los elementos que dieron vida a este extraordinario concierto que aterrizó en suelo dominicano luego de girar por varios países.
En cada canción, más de uno de los asistentes, entre ellos niños, jóvenes y adultos, levantaba sus manos hacia el cielo, interpretaba las canciones, cerraba los ojos, bailaba. No faltó un “amén”, “aleluya” y “gloria a Dios”.
Transcurrían los minutos y el artista continuaba entre diálogos y canciones. Sin intermedios, Jesús Adrián toma agua y sigue con el prólogo de algunos de los temas para referirse a sus letras, mientras el sonido de un piano le acompaña.
Canta “Razones para vivir”, interpretada a dúo con el cantante y compositor colombiano Alex Campos, a quien el público pudo ver y escuchar en un vídeo a través de las pantallas; “Aquí Estoy” y “Espérame”.
Aconsejó a las personas aceptar el temperamento que Dios le dio, porque él lo hizo con un propósito; no enfocarse en alcanzar un sueño, debido a que a veces se escogen los que no son correctos, y orientarse en llenar necesidades de los demás, así como descubrir los talentos o dones dados por Dios, “qué es lo que te gusta hacer, lo haces bien y es de bendición para los demás”.
En popurrí interpretó las canciones “Qué sería de mí”, “Con las manos vacías” y “Sumérgeme”.
Continuó con “Te dejo ganar”, “Vengo a vender”, “Cuenta conmigo”, “Pegado a ti”, “Mi herencia”, “Mi universo”, “Princesas mágicas”, “Me dice que me ama”, y concluyó con “En la azotea”.
A las 9:20 p. m. en las dos pantallas gigantes colocadas en cada esquina de la tarima se visualizó al artista mexicano caminando por unos pasillos a espaldas de las cámaras, mientras se le escuchaba explicar el significado de su canción “Soplando vida”, su más reciente producción y tema con el que al subir al escenario inició su concierto y arrancó la ovación del público.
Soplo de vida
Continuó con el tema “Ayer te vi”, para luego expresar a los miles de asistentes al concierto “Soplando vida live”, celebrado la noche del sábado, que si querían ver a Dios solo tenían que voltear a mirar a la persona que tenían a su lado.Tras lograr el murmullo del público y la ovación, siguió con los temas “El aire de tu casa”, “Fue por mí”, y “El brillo de mis ojos”.
Vestido con un saco gris oscuro, pantalón negro, y t-shirt blanco, Romero manifestó que para vivir no se necesitan muchas cosas, solo el amor de Dios, el de la familia y el de los hijos. De esta manera inició la canción “No necesito mucho”.
Un iPad en un pedestal, al lado un micrófono, una banqueta para sentarse; detrás una botella con agua, su banda compuesta por seis músicos, y al fondo ocho pantallas medianas que mostraban efectos especiales, un escenario con luces y un sonido impecable, fueron los elementos que dieron vida a este extraordinario concierto que aterrizó en suelo dominicano luego de girar por varios países.
En cada canción, más de uno de los asistentes, entre ellos niños, jóvenes y adultos, levantaba sus manos hacia el cielo, interpretaba las canciones, cerraba los ojos, bailaba. No faltó un “amén”, “aleluya” y “gloria a Dios”.
Transcurrían los minutos y el artista continuaba entre diálogos y canciones. Sin intermedios, Jesús Adrián toma agua y sigue con el prólogo de algunos de los temas para referirse a sus letras, mientras el sonido de un piano le acompaña.
Canta “Razones para vivir”, interpretada a dúo con el cantante y compositor colombiano Alex Campos, a quien el público pudo ver y escuchar en un vídeo a través de las pantallas; “Aquí Estoy” y “Espérame”.
Aconsejó a las personas aceptar el temperamento que Dios le dio, porque él lo hizo con un propósito; no enfocarse en alcanzar un sueño, debido a que a veces se escogen los que no son correctos, y orientarse en llenar necesidades de los demás, así como descubrir los talentos o dones dados por Dios, “qué es lo que te gusta hacer, lo haces bien y es de bendición para los demás”.
Disfrute y gozo
El cantautor se mostró en confianza, natural, en un Estadio Olímpico que no estuvo lleno a toda capacidad, y donde el público disfrutó las letras de sus canciones.En popurrí interpretó las canciones “Qué sería de mí”, “Con las manos vacías” y “Sumérgeme”.
Continuó con “Te dejo ganar”, “Vengo a vender”, “Cuenta conmigo”, “Pegado a ti”, “Mi herencia”, “Mi universo”, “Princesas mágicas”, “Me dice que me ama”, y concluyó con “En la azotea”.
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