Un minuto con Dios

0:00

No basta con querer una cosa; es indispensable poner los medios para alcanzarla; porque querer una cosa y no poner los medios, una de dos: o es una simpleza o es una cobardía.

Una simpleza que pretende alcanzar las1 cosas sin es­fuerzo, sin trabajo, sin emplearse a fondo; o una cobar­día, que no deja desarrollar las fuerzas del espíritu, las inhibe, afloja los resortes de la voluntad.

El que lucha y al mismo tiempo confía en Dios, lle­gará a la victoria; el que se esfuerza y también tiene fe en sus propios esfuerzos, va por buen camino; el que se emplea a fondo con optimismo y no mira tanto al trabajo cuanto al éxito que coronará el trabajo, es digno de que Dios mismo esté de su parte y lo apoye.

Y si Dios está de su parte, ya puede dar por descon­tada la victoria; victoria que no le llegará quizá por sus esfuerzos sino por la ayuda de Dios; pero ayuda de Dios que exige que nosotros pongamos nuestros pro­pios esfuerzos.

“El Reino de los cielos sufre violencia y los violen­tos la conquistan” (Mt, 11, 12).

No se habla de la vio­lencia contra los demás, sino contra sí mismo; aquella violencia que es la renuncia al propio egoísmo, a las propias conveniencias y comodidades.

No estará de más que te examines si haces violencia a los demás, en lugar de hacértela a ti mismo.

Tambien podria interesarte

0 comentarios

Popular Posts