Un minuto con Dios
0:00
Alguien expresó varios pensamientos que no requieren comentario:
“Cuando otro actúa en cierta forma, es perverso. Cuando tú lo haces, son nervios.
Cuando es inflexible en su actitud, es obstinado; cuando tú lo eres, es solamente firmeza.
Cuando le disgustan tus amigos, tiene algún prejuicio; cuando a ti te disgustan los suyos, simplemente tienes un buen criterio sobre la naturaleza humana.
Cuando trata de ser complaciente, es adulador; cuando tú lo haces, estás demostrando tacto.
Cuando tarda en hacer las cosas» es terriblemente lento; cuando tú tardas años, eres cauto.
Cuando encuentra defectos, está chiflado, cuando tú lo haces, muestras discernimiento.”
Indudablemente que todo esto es para pensarlo con detención y con sinceridad consigo mismo.
“Porque con el juicio con que juzgáis seréis juzgados, y con la medida con que midáis se os medirá a vosotros” (Mt, 7, 2).
La delicadeza en el trato con los demás es una virtud no tan conocida; sin embargo, es muy beneficiosa para las mutuas relaciones.
“Cuando otro actúa en cierta forma, es perverso. Cuando tú lo haces, son nervios.
Cuando es inflexible en su actitud, es obstinado; cuando tú lo eres, es solamente firmeza.
Cuando le disgustan tus amigos, tiene algún prejuicio; cuando a ti te disgustan los suyos, simplemente tienes un buen criterio sobre la naturaleza humana.
Cuando trata de ser complaciente, es adulador; cuando tú lo haces, estás demostrando tacto.
Cuando tarda en hacer las cosas» es terriblemente lento; cuando tú tardas años, eres cauto.
Cuando encuentra defectos, está chiflado, cuando tú lo haces, muestras discernimiento.”
Indudablemente que todo esto es para pensarlo con detención y con sinceridad consigo mismo.
“Porque con el juicio con que juzgáis seréis juzgados, y con la medida con que midáis se os medirá a vosotros” (Mt, 7, 2).
La delicadeza en el trato con los demás es una virtud no tan conocida; sin embargo, es muy beneficiosa para las mutuas relaciones.
0 comentarios