Vietnam: Iglesia alcanza a los drogadictos

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En la Iglesia Emmanuel en la ciudad de Ho Chi Min, estos hombres se reúnen diariamente para orar y leer la Biblia. Podrían pasar por estudiantes de seminario pero en realidad todos ellos son ex drogadictos que han encontrado perdón y libertad en el ministerio de la iglesia.

El pastor Hung Dinh de la Iglesia Emmanuel dice que sólo el amor de Dios tiene el poder de liberar al hombre de la atadura de la droga: "Son considerados la basura de la sociedad, sus familias y ellos mismos se dan por vencidos. La mayoría dice no haber tenido éxito en centros de rehabilitación. Pero aquí, sienten el poder del amor de Dios y experimentan una liberación milagrosa".

Phoug Le ha recibido ese amor. El vino al centro en 2007 enfermo de tuberculosis y un intenso dolor de estómago. Las dolencias eran causadas por sus años abusando del opio y la heroína.

"No quería vivir más, quería morir. Los médicos se rindieron conmigo y me enviaron a casa. Pero conocí a una persona que salió de las drogas en el centro. Ella me compartió de Jesús y sentí que tenía esperanza. Antes sufría de mucho dolor. Pero cuando vine, el pastor y otros oraron por mí. Cuando llegué aquí pensé que moriría. Me sorprendió después que oraron por mí que no sentía mãs dolor en el pecho ni en mi estomago, y fui liberado de las drogas" añade Phoung Le.

Gracia recibida

Ahora, Phoung Le lidera el grupo de alabanza de la iglesia. El se maravilla cómo Dios le dio la habilidad de tocar instrumentos pese a nunca haber tenido educación musical formal. El ha dedicado su vida a compartir la Gracia que ha recibido.

"Ahora que experimenté este milagro, quiero compartir a Jesús con gente que está en la misma situación. Que sepan que pueden ser liberados y tener la salvación del Señor", comenta Le.

En los últimos dos años el número de gente que entra a la droga en Vietnam se ha reducido en un 25% debido a que el gobierno es serio en dar tratamiento a los drogadictos. Pero las iglesias también juegan un rol importante en transformar las vidas de estas personas.

Vietnam es un país comunista y el gobierno es hostil a la iglesia cristiana. Hung dice que la policía a menudo viene a hacerle preguntas. Sin embargo, el éxito del ministerio de la iglesia a los drogadictos les ha ganado el favor de las autoridades de gobierno.

“Ellos nos perseguían y amenazaban. Yo les dije que no estoy contra el gobierno, que sólo hago la obra de Dios para enseñar y amar. Luego que ellos vieron mi fe y la transformación de la gente aquí, me respetaron y no molestaron más” dice el Pastor Hung.

Gracias a los milagros de sanidad y liberación, estos ex drogadictos y sus familias alaban a Dios con gran pasión. Esta es una intensidad que demuestra su profunda gratitud por la nueva libertad que ahora disfrutan.

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