Las palabras del profeta Isaías: “El justo perece y no hay quien haga caso; los hombres buenos son arrebatados y no hay quien lo considere” (Is., 57, 1).

“No hay quien haga caso”; otros traducen: “No hay quien lo medite en su corazón”; y es la lógica: si no se medita, no se podrá hacer caso.

Falta meditación de la Palabra de Dios; de una temporada a esta parte, ya se ha notado en el pueblo de Dios una mayor inclinación a “escuchar” la Palabra del Señor; pero no se nota en la misma intensidad el afán por “meditar” la Palabra del Señor.

En los Cursillos de Cristiandad, en los retiros espirituales, en los encuentros de juventudes, en los ejercicios ignacianos o por un mundo mejor… se insta a la meditación de la Palabra divina; pero a veces los fieles se topan con la dificultad de no disponer de un medio apto para ellos. Es por esto que desde oraciones.com.es hemos querido brindarte estas páginas para que puedas tener una meditación diaria. Esperamos que te sean útiles y te ayuden a orar con franqueza y devoción.