Un minuto con Dios

0:00

Los días van pasando; una tras otra se van arrancan­do las hojas del calendario; cada día faltan menos ho­jas por arrancar.

Los días son semejantes a ese puñado de agua que se nos escurre de entre las manos, por más que lo queramos retener.

La vida va pasando, nosotros vamos pasando, pero hay algo que queda; la vida tiene una proyección que permanece; lo bueno y lo malo que en la vida haga­mos deja una estela, tanto en nosotros como en los demás.

No podemos decir, con verdad, que lo que hagamos en la vida sea algo sin importancia; nada es pequeño e insignificante si trasciende al tiempo y tiene repercusión en la eternidad.

“Ofrezcamos sin cesar, por medio de El, a Dios un sacrificio de alabanza, es decir, el fruto de los labios, que celebran su Nombre. No os olvidéis de hacer el bien y de ayudaros mutuamente; éstos son los sacri­ficios que agradan a Dios” (Heb, 13, 15-16).

No ofrezcamos a Dios los sacrificios que nos agradan a noso­tros; ofrezcámosle los que le agradan a EL “Yo quie­ro amor, no sacrificio; conocimiento de Dios, más que holocausto” (Oseas, 6, 6).

Tambien podria interesarte

0 comentarios

Popular Posts